Estoy encantada con la receta que os traigo hoy. Como estáis viendo, se trata de unas galletas decoradas, que quedan muy chulas, pero que, sobre todo, están riquísimas.
Había hecho galletas otras veces, pero esta es la primera en que utilizaba la receta más comentada en los blogs 'galletiles'. Es de Bea Roque, de El rincón de Bea, y os aseguro que el trabajo que requieren merece la pena. Son más laboriosas que otras galletas pero es que están buenísimas. Quienes las han probado dicen que saben igual que las galletas danesas que venden en las típicas latas azules redondas.
Aunque ella en su página explica todo el proceso con pelos y señales, yo os lo resumo y, sobre todo, os lo pongo un poco más fácil. Digo esto porque yo he tardado casi un año en atreverme a hacer galletas con su receta, porque me parecía que era para auténticos cocineros. Además, hago menos cantidad de masa, para no pasarme tres días decorando galletas como la última vez.
Los distintos tipos de decoración de galletas os los iré contando poco a poco en otros posts, para no agobiaros. En este, os explico la receta de la masa y luego os hago una sugerencia de decoración facilita, ¿vale?
Los ingredientes que yo utilicé para unas 30-35 galletas medianas son:
125 gramos de mantequilla sin sal
125 gramos de azúcar glas
1 huevo mediano
300 gramos de harina de repostería (sin levadura)
4 cucharadas de leche
1 cucharada de azúcar avainillado (o una cucharadita de pasta, aroma, esencia, extracto...)
Elaboración:
Unas 4 o 5 horas antes de empezar a hacer las galletas, saca la mantequilla y el huevo del frigorífico. Es importante que estén a temperatura ambiente.
Pesa los ingredientes y prepáralos en distintos cuencos para que estén todos a mano.
Tamiza la harina (mejor si es de repostería, porque es más fina, pero vigila que no lleve levadura, que sea solo harina de trigo) y el azúcar glas. Es un rollo, pero la masa queda mucho más huequecita. ¿Que qué es tamizar? Pasar por un colador fino. Coge un bol, agarra el colador y ves añadiendo cucharadas de harina, hasta que termines. Repite la operación con el azúcar glas.
Yo utilizo una amasadora bastante normalita que compré en Lidl y me va bien. No hace falta tener supermáquinas para hacer las galletas. Si tampoco tenéis amasadora, podéis utilizar la batidora con varillas, hasta que cuando hayáis echado la mitad de la harina, no pueda moverlo y tengáis que amasar a mano.
Bueno, pues con la mantequilla y el huevo a temperatura ambiente, con el azúcar glas y la harina tamizada y con la leche y el azúcar avainillado a mano, podéis empezar.
Primero, hay que batir durante un minuto la mantequilla, a velocidad baja (en mi amasadora, que tiene del 1 al 5, yo lo pongo al 2). Cuando empiece a blanquear, añadís el azúcar glas poco a poco. Veréis que va creciendo. Dejarlo que se mezcle bien, durante 2 o 3 minutos. Como se van quedando restos en las paredes del recipiente de la amasadora, bajarlos con una espátula de vez en cuando.
A continuación, hay que añadir el huevo. Lo mejor es partirlo y echarlo en un cuenco, para evitar que pueda caer algún trozo de cáscara en la masa.
Cuando esté bien incorporado, echamos la cucharada de azúcar avainillado (Bea, en su receta, utiliza esencias y las añade al final, pero con una cucharadita de azúcar avainillado, las galletas salen ricas). Lo venden en Mercadona, es un tarrito como los de las especias.
El siguiente paso es añadir la harina. Yo la echo a cucharadas y no añado una cucharada hasta que la otra está totalmente integrada. Como os decía, con la espátula, voy bajando lo que se queda en los laterales del recipiente. Cuando he echado como la mitad de la harina, cambio las varillas de la amasadora por la herramienta de amasar. Y sigo echando la harina, hasta el final.
Por último, para que no se quede la masa desmenuzada, se añade un poquitín de leche. Yo suelo echar 3 o 4 cucharadas soperas de leche entera. Y luego, hago una bola y la amaso un poco a mano.
Con la masa terminada, se divide en dos bolas (o tres, según la cantidad que hagáis). La primera se cubre con papel film y se guarda en el frigorífico. La segunda, se estira entre dos papeles de horno. Lo ideal es que tenga unos 5 o 6 milímetros pero, ¿cómo conseguirlo? Pues con unas gomas que se ponen en los extremos del rodillo. Yo tengo un rodillo que incluye unos discos para dejar la masa de la altura deseada. Es de la marca Joseph and Joseph y me costó unos 20 euros. Lo venden en tiendas especializadas en utensilios de cocina y en varias páginas de Internet. Es muy cómodo y práctico, no solo para hacer galletas, sino para estirar cualquier masa.
Cuando la masa esté estirada, la colocamos en una bandeja totalmente recta y la metemos, con sus papeles de horno, en el frigorífico. Y repetimos la operación con la otra mitad, que teníamos enfriándose. Estiramos entre dos papeles y colocamos encima de la otra masa. Dejamos, al menos, 3 o 4 horas en el frigorífico.
Ponemos el horno a calentar a 180º, sacando la bandeja, que tendremos preparada y a mano con una hoja de papel vegetal.
Sacamos una capa de masa, quitamos el papel de arriba y, con cortadores, marcamos las galletas. Si se quedan en el cortador, genial, así las pasaremos más fácilmente a la bandeja de horno. Si no, quitamos los recortes sobrantes y, con cuidado, las pasamos nosotros con ayuda de una espátula.
Colocamos las galletas en la bandeja, dejando un poco de separación porque pueden crecer al calentarse y las metemos en el horno. El tiempo de cocción depende del horno y del tamaño de la galleta. Unos 12 minutos suele ser la media, pero hay que estar muy pendiente, porque si se hacen demasiado se quedan duras.
No hay que esperar a que estén tostadas, se sacan en cuanto los bordes empiecen a oscurecer levemente. Deben quedar amarillitas. Sacamos la bandeja, las dejamos enfriar unos 5 minutos y luego las pasamos a una rejilla para que se enfríen del todo.
Repetimos la operación con la otra mitad de masa y luego, todos los recortes los unimos, los amasamos un poco, los estiramos entre dos papeles de horno y al frigorífico. Con 20 minutos, basta.
Luego, volvemos a cortar y a hornear. Con los recortes, podemos repetir la operación, pero cada vez las galletas resultan más apelmazadas.
Para decorarlas deben estar totalmente frías. Incluso es casi mejor esperar de un día para otro.
En este caso, están decoradas con icing, que es una pasta de azúcar teñida con colorante. Se puede comprar un tubito o hacer en casa, pero de esto ya hablaremos otro día.
Hoy solo os muestro el paso a paso de cómo las decoré.
La verdad es que las galletas se pueden comer sin decorar y están muy buenas, aunque parecen menos resultonas.
Espero que os gusten y que os animéis a probarlas.
10 comentarios
Hola!!!
ResponderEliminarMe he animado con las galletas!! Lo malo es que no tengo peso digital, asi que estoy echando los ingredientes midiendolos mas o menos a tazas, jaja, tengo la masa preparada, pero me ha quedado super pegajosa, es imposible hacer la bola como dices y amasar. Se me pega a los dedos.. Me habré quedado corta con la harina?? Espero respuesta...Graciass!! Besos.
Jéssica
Hola Jéssica, si has seguido el paso a paso, yo creo que el problema puede estar en la harina. Prueba a echar un poco más y a ver si la salvas. Estaban la mantequilla a temperatura ambiente? Quizá estaba demasiado blanda...
ResponderEliminarNo te desanimes y sigue probando, ya verás como al final le coges el tranquillo!!
HOLA guapa te han quedado preciosas yo tb estoy empezando en ese mundillo ese rodillo tan chachi tambien vale para estirar fondant ??
ResponderEliminarSí, yo utilizo este rodillo para todo, pero prefiero estirar el fondant entre dos papeles de horno, se queda perfecto y no hay que utilizar ni azúcar glass ni nada. Yo el fondant lo suelo dejar finito (de 2 mm), excepto para las caras de los muñecos, que lo dejo un poco más grueso y este rodillo es ideal porque tiene varias medidas.
EliminarHola!
ResponderEliminarGracias por tus recetas, tienes un blog muy interesante.
Tengo una pregunta que realizarte. Una vez hechas las galletas, ¿cuánto tiempo aguantan? ¿cuál es la mejor manera de conservarlas?
Gracias y enhorabuena por tu blog
Estas galletas aguantan mucho tiempo. Nosotros las hemos comido hasta 6 meses después de hacerlas y la galleta en sí está un poquitín más dura, pero apenas se aprecia. Si van decoradas, la capa de fondant o glasa sí se pone más dura, pero la galleta decorada se puede comer y sabe perfectamente.
EliminarYo creo que la mejor conservación es guardarlas dentro de una lata, pero nada especial.
Espero que mi respuesta te sea de ayuda.
Me encanta la forma que tienes de presentarnos tu receta, paso a paso, asi no queda nada sin entender. Enhorabuena por el blog
ResponderEliminarGracias!!
Eliminarcuanto aguantan las galletas? cual es la mejor forma de conservarlas? un besiko prinses
ResponderEliminarUn mes e incluso más. Endurecen muy, muy despacio, o sea que, si las guardas en un recipiente hermético puedes tenerlas bastante tiempo.
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