Después de unos días de parón bloguero, aquí estoy otra vez, ahora con unos ricos tallarines acompañados de setas y jamón serrano. El puntito del plato lo pone la salsa de nueces y albahaca.

Es una receta sencilla de hacer, que puedes tener lista en apenas media hora, ideal para preparar cuando tienes poco tiempo. Si te gusta la pasta, pero estás cansado de comerla siempre con tomate, este plato puede ser una buena opción para empezar a variar.

Todavía me estoy relamiendo. Sí, debo confesar que este postre, solo apto para auténticos golosos, es una delicia. Me ha encantado. De hecho, mi marido dice que desde ahora debería dedicarme a experimentar con las recetas de brownies y "dejarme de rollos". No creo que lo haga, la verdad, porque me gusta cocinar cosas distintas, pero os garantizo que este no va a ser el último brownie que incluya en el blog (puedes ver las galletas brownie y los pasteles de brownie y tarta de queso con frambuesas). En la primera foto está acompañado por una bola de helado de chocolate blanco (lo sé, esto sobrepasa cualquier límite, pero la combinación es más que perfecta) y justo aquí debajo, con una taza de leche.

La idea de mezclar el dulce de leche con el bizcocho tipo brownie la descubrí en el blog de David Lebovitz (¡¡cómo he podido estar tantos años sin descubrir esta receta!!), cocinero, escritor (tiene seis libros de recetas) y uno de los blogueros culinarios más populares del mundo.

La receta no tiene complicaciones, pero reconozco que no siempre se consigue que el brownie tenga su característica corteza en la parte de arriba, que esté húmedo por el centro y que no quede seco por los bordes. En este caso, al llevar dulce de leche por dentro, es un poquito más difícil cogerle el punto, pero ¡¡ya veis que es posible!! Sobre todo, es importante que conozcáis bien vuestro horno.

Por cierto, si alguien no sabe qué es el dulce de leche, se lo explico: una crema típica de México y Argentina (y de América del Sur en general), también conocida como cajeta. Podemos decir que es leche condensada caramelizada, así que no os cuento cómo está. Yo me podría comer los botes a cucharadas, porque el sabor es increíble. Lo venden en cualquier supermercado, pero si lo prefieres, puedes prepararlo en casa, solo tienes que poner un bote de leche condensada sin abrir dentro de una olla y echar agua hasta cubrir el bote un dedo por encima de su parte superior. Pon al fuego, tapa y cuando coja presión, cuece durante una hora y media. Espera a que el bote esté completamente frío antes de abrirlo y listo. Fácil, ¿verdad?

Si preparas la receta, comparte tus fotos por email (la dirección, arriba a la derecha) o a través de la página del blog en Facebook. 

Para cocinar una buena paella, una gran sopa de pescado y marisco o una crema de marisco deliciosa es imprescindible disponer de un buen fondo, un caldo que aporte todo el sabor del mar a nuestra receta. Preparar ese caldo, conocido como fumet de pescado y marisco es muy fácil. Lo importante es disponer de cabezas y espinas de pescado y cabezas y peladuras de gambas, langostinos o cualquier otra pieza de marisco en crudo.

Con esta receta de caldo de pescado y marisco notarás la diferencia en tus platos. ¿Te animas a probarlo?