Cestos de fresas

27.4.12

El hojaldre con fruta es siempre una combinación deliciosa, pero si le añadimos un poco de merengue, se convierte en infalible. ¿Alguien tiene dudas? Eso es porque no ha probado este postre: unos cestos crujientes y ligeros que se convierten en un riquísimo punto final para una comida o cena especial.

Si os apetece, podéis cambiar el merengue de por encima por chocolate, dulce de leche, mermelada... y añadirle, por ejemplo, trocitos de frutos secos. Aprovechad la temporada de fresas y preparadlos, que no os vais a arrepentir...

El único 'pero' de la receta es que no se puede dejar montada mucho antes, aunque sí se puede dejar el hojaldre horneado, el merengue dentro de la manga en la nevera y las fresas macerando, todo listo para emplatar justo antes de la comida o cena.

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Ingredientes (para 2 personas):

1 lámina de hojaldre refrigerado (yo uso la del Lidl)

150 gramos de fresas

2 claras de huevo

4 cucharadas de azúcar

Elaboración:

Precalienta el horno a 220º. Estira la lámina de hojaldre sobre papel vegetal (normalmente, lo trae el paquete) y corta 6 círculos de unos 12 centímetros de diámetro (lo que dé el hojaldre) con ayuda de un cortapastas o un tazón. Reserva 2 círculos, que serán la base de los cestos y corta con un cortapastas más pequeño los otros cuatro, para dejar cuatro aros. Con los círculos de hojaldre sobrante puedes hacer, por ejemplo, unas empanadillas.

Coloca los 2 círculos y los 4 aros en una bandeja de horno con papel vegetal y hornea durante unos 8 minutos. Saca la bandeja y, cuando templen, traslada a una rejilla para que no se ablanden.

Lava las fresas, corta las hojas, parte en trocitos y échalas en un bol con una cucharada de azúcar. Deja macerar unos 15-20 minutos.

Prepara un merengue montando las dos claras a punto de nieve con una batidora de varillas. Cuando estén firmes, añade 3 cucharadas de azúcar y sigue batiendo hasta que se mezclen bien y el merengue quede muy consistente. Coloca el merengue en una manga pastelera con una boquilla redonda algo gruesa (o en una bolsa de plástico a la que cortas un pico).

Coloca un círculo de hojaldre, que será la base de un cesto. Corta la capita superior que habrá quedado más tostada y abombada. Haz un círculo de merengue en el borde y pon encima un aro.

Vuelve a rellenar el borde con merengue y cubre con otro aro. Repite la operación con el otro cesto.

Hornea los cestos con el calor residual del horno durante unos 10 minutos, para que el merengue se ponga crujiente por fuera. Saca los cestos del horno y rellénalos con las fresas. Pon por encima un poquito más de merengue y ¡a comer!