¿Te gusta la tarta de queso? Pues esta, además, te sorprenderá. Se trata de un cheesecake salado, perfecto para tomar como entrante o como plato único para cenar. No es difícil de hacer y tampoco es excesivamente laborioso. Además, puedes hacer tu propia versión jugando con distintos tipos de queso.
Desde que hace unos meses vi esta receta de cheesecake salado en el blog La receta de la felicidad [editado en 2018: el blog ya no existe], supe que tenía que hacerla. Luego, fui modificando la propuesta hasta dar con esta versión individual, que incluye una sorpresa dentro del pastel de queso: mostaza y rulo de cabra, que dan un toque de sabor intenso al plato.
Yo ya la he incluido en el menú de Navidad de este año, precisamente por eso pensé en hacer pequeñas tartas, para evitar partirla en la mesa. Creo que queda muy bien sacar los platos ya servidos cuando somos muchos, pero si prefieres hacer un cheesecake grande, en el paso a paso detallo las dos posibilidades.
Un bocado de sabor original que mezcla la textura crujiente de las galletas, con la suavidad del queso y la explosión del tomate. No dejes de probarlo y cuéntame qué tal, ya sea comentando en el blog o a través de mi página en Facebook. Y tú, ¿has pensado ya en las comidas y cenas de Navidad?
Ingredientes (para 4-6 personas):
120 gramos de galletitas saladas
200 gramos de queso crema (tipo Philadelphia)
60-100 gramos de mostaza de Dijon
80-120 gramos de queso de cabra
75 gramos de queso manchego
2 huevos
Pimienta
125 gramos de tomates cherry
Sal
Una pizca de comino
Media cucharadita de ajo en polvo
Un chorrito de aceite de oliva
Elaboración:
Parte los tomates cherry por la mitad y pon en un recipiente con tapadera. Adereza con un poquito de sal, una pizca de comino, media cucharadita de ajo en polvo y un chorrito de aceite de oliva. Deja que macere a temperatura ambiente hasta que vayas a servir el cheesecake.
Echa en la picadora las galletitas y tritura hasta hacer migas (si no tienes picadora, mete las galletas en una bolsa de plástico y aplasta con un rodillo o una botella de cristal). Añade 60 gramos de queso crema y mezcla, te quedará una pasta de textura similar a la arena mojada.
Si vas a hacer una tarta, coge un molde desmontable de unos 18 cm, unta con mantequilla y fórralo con papel de horno (tanto el círculo inferior, como el interior del aro) para que puedas desmoldarlo fácilmente. Yo hice tartaletas individuales, usando aros de emplatar de unos 8 cm de diámetro colocados sobre un plato apto para horno. Echa migas de galleta y aplasta hasta formar una base fina. Recubre después con más migas las paredes interiores del molde. Aprieta bien para que no se desmigue. Reserva.
Echa una cucharada (sopera) de mostaza sobre la base de cada tarta o 4-5 si es una tarta grande. Extiende con el dorso de la cuchara por toda la base y sube también hasta cubrir la masa de las paredes. Corta rodajas de queso de cabra y pon una en cada molde pequeño, o cubre con ellas la base del molde grande.
Precalienta el horno a 200º con calor arriba y abajo. Pon en el vaso de la batidora el resto del queso crema (unos 140 gramos), el queso manchego rallado o picado muy finito, los huevos y un poquito de pimienta (al gusto). Bate hasta obtener una crema homogénea.
Vierte sobre el queso de cabra. Si son moldes pequeños, reparte por igual (unas 3-4 cucharadas). Hornea durante 15 minutos si son tartas individuales y durante 25 si es una tarta grande. Vigila el horno, que cada uno es un mundo… ;) Para comprobar que está cuajado, pincha con un tenedor. La parte de arriba no debe estar líquida (se forma como una capa ligeramente durita).
Saca y deja enfriar.
Desmolda y reserva hasta el momento de servir (si vas a tardar mucho, guarda en la nevera). Coloca entonces los tomates cherry aderezados por encima y sirve.
Trucos y consejos:
☼ Utiliza los quesos que más te gusten. Con esta combinación, queda un sabor equilibrado, no excesivamente fuerte. La rodaja de queso de cabra puede ser más o menos gruesa (o eliminarse), al gusto.
☼ No eches sal en la crema de queso, el queso manchego aporta suficiente sabor. Si usas uno más suave, prueba y rectifica de sal, si es necesario.
☼ No te preocupes por la mostaza, el sabor se mezcla con los quesos y no resulta nada fuerte. No temas poner un poco más si es necesario, para cubrir bien la base y las paredes del molde.
☼ El aliño de los tomates es el que yo suelo usar cuando preparo ensalada solo de tomate. Puedes cambiar el comino por orégano o tomillo.
Gracias por leerme,
10 comentarios
Me ha encantado tu receta, me parece fantástica para cualquier cena y muy original.
ResponderEliminarBesos.
Yo adoro las cheesecake, pero esta de Sandra aún no me he atrevido a probarla. debe ser una delicia!
ResponderEliminarTiene que estar buenísima! Me apunto la receta, que me parece muy original eso de que sea una cheesecake salada (además es que me encanta el queso, y combinado con los tomates aún más).
ResponderEliminarBesos y feliz semana!
Hola!!
ResponderEliminaresto hay que probarlo. Ya era hora de hacer tarta de queso saladita!!
Bss
Marisa
Me parece una opcion de lo mas rica y sobretodo en porciones individuales que me encanta!
ResponderEliminarBesinessss
Otra receta directa al archivo de favoritos!!que maravilla de cheesecake porfavor!Nunca se me habría ocurrido prepararlo salado,esto lo tengo que probar como sea!
ResponderEliminarbesotes guapetona!
Que bueno y que bien queda, yo también la copio, besoss
ResponderEliminarUna receta muy original, me ha encantado, saludos y buen fin de semana
ResponderEliminarHola!! Por fin puedo pasar a comentar las recetas del reto jejeje
ResponderEliminarUna delicia de mezcla en esta tarta de queso salada, madre mía tengo que hacerla en casa que buena pinta.
Un besito,
http://elbauldelasdelicias.blogspot.com.es/
Tiene una pinta estupenda!! la probaremos
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