Siempre he pensado que San Valentín puede ser algo más que corazones de color rosa y ramos de flores. Por eso, este año quería hacer algo diferente a lo que publiqué el año pasado. Y andaba dándole vueltas a cocinar algo dulce (lo siento, pero soy muuuuy golosa) cuando me acordé de una tarta de chocolate que preparé hace algo más de un mes para que mi hermana la llevara a un cumpleaños y que, según me dijo, había triunfado. Elegida la receta, faltaba pensar en la decoración de la tarta, y entonces me crucé con una imagen de The Great Moustache... ¡Perfecto!
"Es el mejor postre que he comido nunca... es que me dan hasta ganas de llorar de lo bueno que está". Así de expresivo fue mi maridito al probar la tarta. La verdad es que el nombre ya prometía: bizcocho de chocolate cremoso; y el libro del que lo saqué, también: La biblia de los pasteles, lo escribió Rose Levy Beranbaum, hace ya 25 años, y se ha convertido en un clásico de las tartas americanas. Y si a ese bizcocho le añades un relleno que combina una crema de chocolate blanco con fresas laminadas, pues creo que no hacen falta más explicaciones.
Además, era una tarta con mensaje: "Se tú, así me haces requete-feliz". Una frase ideal para decirle a tu pareja cuánto la quieres y, lo más importante, que no cambie, que te gusta tal como es.
Con este post me uno a la cadena de sonrisas moustacheras. Si tú también quieres arrancar una sonrisa, prepara los ingredientes y ves encendiendo el horno... Y si preparas la tarta, no dudes en enviarme una foto por email (tienes la dirección al comienzo de la columna derecha) o publicarla en mi página de Facebook.
Ingredientes (para un molde de 20 cm):
70 gramos de cacao puro en polvo sin azúcar (el mío, de Valor)
260 gramos/ml de agua
3 huevos grandes (unos 165 gramos, sin cáscara)
10 gramos de vainilla en pasta (o esencia, aroma, extracto...)
260 gramos de harina de repostería
330 gramos de azúcar
1 sobre de levadura en polvo (15 gramos)
5 gramos de sal
250 gramos de mantequilla sin sal
Para el relleno:
200 ml de nata para montar
200 gramos de chocolate blanco
150 gramos de fresas
Elaboración:
En un vaso, echa el agua y mete en el microondas hasta que rompa a hervir (1:30 minutos). Añade el cacao y mueve con cuidado hasta que quede uniforme. Deja enfriar a temperatura ambiente. Mientras, puedes forrar el molde. Unta con mantequilla el aro por el interior y la base. Cubre con papel vegetal.
En un cuenco, bate un poco los huevos y añade un chorro de la mezcla de cacao y agua (unos 60 gramos) y la esencia de vainilla.
En el cuenco de la amasadora echa el azúcar, la harina, la levadura y la sal, tapa y bate unos segundos para mezclar y airear. Añade la mantequilla (en dados y a temperatura ambiente) y el resto de la mezcla de cacao. Bate despacio hasta que los sólidos estén empapados. Baja la masa que quede pegada en las paredes y bate a velocidad media-alta durante un par de minutos, para que la masa se airee (verás que blanquea).
Precalienta el horno a 175º, con calor arriba y abajo (sin ventilador). Baja la masa de las paredes de nuevo y añade un tercio de la mezcla de huevos, bate hasta integrar, añade otro tercio, bate de nuevo y añade el resto. Baja la masa de las paredes y bate un poco más hasta obtener una mezcla uniforme. Vierte la mezcla en el molde y alisa la superficie con una espátula (es bastante densa). Hornea durante una hora aproximadamente (yo lo tuve 1:10), hasta que, al pinchar con un palillo en el centro salga limpio. Notarás que está bien cocido cuando, al presionar ligeramente en el centro (cuidado, no te quemes), la masa recupere de nuevo la forma.
Deja enfriar en el molde durante 10 minutos y verás cómo el bizcocho se separa de las paredes del molde. Desmolda con mucho cuidado y coloca sobre una rejilla hasta que el bizcocho se enfríe totalmente. Envuelve en film transparente y mete en la nevera durante unas horas, para que se asiente (lo ideal es dejarlo de un día para otro). Mientras, prepara el ganache de chocolate blanco. Trocea el chocolate y reserva. Pon un cazo al fuego con la nata y, antes de que rompa a hervir, retira del fuego y vierte sobre el chocolate. Mueve con una varilla hasta que la mezcla quede uniforme. Deja enfriar a temperatura ambiente. Reserva en el frigorífico durante, al menos, 12 horas (yo lo suelo dejar 24 horas).
Deja enfriar en el molde durante 10 minutos y verás cómo el bizcocho se separa de las paredes del molde. Desmolda con mucho cuidado y coloca sobre una rejilla hasta que el bizcocho se enfríe totalmente. Envuelve en film transparente y mete en la nevera durante unas horas, para que se asiente (lo ideal es dejarlo de un día para otro). Mientras, prepara el ganache de chocolate blanco. Trocea el chocolate y reserva. Pon un cazo al fuego con la nata y, antes de que rompa a hervir, retira del fuego y vierte sobre el chocolate. Mueve con una varilla hasta que la mezcla quede uniforme. Deja enfriar a temperatura ambiente. Reserva en el frigorífico durante, al menos, 12 horas (yo lo suelo dejar 24 horas).
Monta el ganache de chocolate blanco con una varilla eléctrica. Para rellenar, parte por la mitad longitudinalmente con un cuchillo de sierra (si marcas el bizcocho con dos palillos, después podrás colocar las capas en su posición exacta). Quita el pedúnculo, lava y lamina las fresas. Unta una capa de ganache de chocolate blanco, cubre con fresas en láminas finas y pon otra capa de ganache. Cubre con la otra capa de bizcocho y unta toda la superficie exterior con una capa fina de ganache, para "sujetar" las migas. Mete en la nevera durante, al menos una hora, para que endurezca el exterior y sea más fácil decorarlo.
La decoración es un tema aparte. Se puede dejar la tarta simplemente cubierta con ganache (en ese caso, unta otra capa para que quede bien blanquito), se pueden poner unas gotas o fideos de chocolate por encima, almendra en cubitos, lacasitos... En este caso, yo quería recrear un diseño de The Great Moustache, por eso cubrí todo el exterior con fondant blanco y después puse las letras y los puntitos con fondant teñido con colorante en pasta negro, que había cortado previamente (dos días antes) para que estuviera bien seco y no perdiera la forma. Las letras de la parte de abajo las escribí con un rotulador negro de tinta comestible. Después hice un volante con una tira de fondant negro con CMC y lo puse en la parte de abajo, pegando el tercio inferior y dejando la parte superior libre, haciendo ondas (he puesto enlaces a los productos para quien no sepa dónde los venden, hay muchas tiendas on line de productos de repostería creativa, os recomiendo comparar precios porque varían bastante).
Decores como decores la tarta, reserva en la nevera (el ganache lleva nata), pero saca un rato antes de comerla, pues la debes servir a temperatura ambiente, para que tanto el bizcocho como la crema tengan la textura perfecta.
Trucos y consejos:
☼ Ten en cuenta los tiempos de reposo para que llegues a tiempo. Tendrás que hacer el bizcocho y el ganache un día antes de montar y decorar la tarta.
☼ Si no tienes amasadora, puedes usar una batidora con varillas o hacerlo a mano (eso sí, tu brazo puede acabar regular...).
☼ Este bizcocho es tan suave (cremoso, como su nombre indica), que no necesita almíbar.
☼ La nata que uses para hacer el ganache, debe tener como mínimo un 35% de materia grasa (yo la compro en Lidl, igual que el chocolate).
☼ Si en el momento en que lo prepares no hay fresas, puedes cambiarlas por frutos rojos (los venden congelados en bolsas en la mayoría de los supermercados) o poner un poco de mermelada sobre el ganache, o rellenar solo con ganache).
*Más horneado y tiempo de reposo
Gracias por leerme,
3 comentarios
Umm, super apetecible.
ResponderEliminarHola, o me he perdido o no veo donde se incorpora el resto de mezcla de agua y cacao. Gracias
ResponderEliminarSe añade en el tercer paso, junto con la mantequilla. Fíjate bien, que está en el texto y se ve en la foto ;)
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