Me encantan las palomitas en cualquiera de sus variedades: solas, con mantequilla, de colores, con chocolate, de sabores, pero sin duda, mis favoritas son las palomitas dulces o palomitas con caramelo. De pequeña las comía cuando iba con mis padres a Talavera, a patinar y ver los patos en el parque del Prado. Las vendían envasadas y al quitar el plástico era como un bloque, una 'tableta' de palomitas dulces y crujientes. ¡Qué recuerdos!
Llevaba tiempo con ganas de volver a comerlas, pero no las he vuelto a encontrar, así que tocaba hacer la versión casera de las palomitas de caramelo. Probando, probando, empecé a investigar y buscar recetas de palomitas dulces hasta que di con las definitivas: por su sabor, por su textura, por su aspecto, porque son fáciles de preparar...
Y probando, probando, empecé a investigar y buscar más recetas de palomitas acarameladas. Al final, las que veis en las fotos son, para mí, las definitivas: por su sabor, por su textura, por su aspecto, porque son bastante fáciles de preparar...
Mis pequeñas catadoras han decidido que pasan la prueba. ¡Se han puesto las botas!
Son perfectas para una tarde de pelis (en el sofá o en el cine), para una fiesta de cumpleaños, para sorprender a los peques (y no tan peques), te aseguro que una vez que empieces a comerlas no podrás parar. Por eso te aconsejo que no hagas demasiadas a la vez. Es mejor que se queden con ganas de más ;)
¿Te animas a preparar esta receta de palomitas dulces?
Son perfectas para una tarde de pelis (en el sofá o en el cine), para una fiesta de cumpleaños, para sorprender a los peques (y no tan peques), te aseguro que una vez que empieces a comerlas no podrás parar. Por eso te aconsejo que no hagas demasiadas a la vez. Es mejor que se queden con ganas de más ;)
¿Te animas a preparar esta receta de palomitas dulces?