Llega el calor y con él las ganas de comer cosas fresquitas. Yo he inaugurado en casa la temporada con este helado de chuches al que no se resisten grandes ni pequeños. He elegido nubes (espumas, esponjas, marshmallows, malvaviscos...) y regaliz rojo porque vi la combinación en varios blogs y me pareció perfecta. Una vez disfrutada no es que me lo parezca, ¡es que lo es!

Lo bueno de los helados caseros es que sabes lo que estás comiendo y, en este caso, aunque lleva chuches, es básicamente leche, yogur y nata, así que es ideal para niños que no tomen muchos lácteos. Si quieres, puedes ver otras recetas de helados que he publicado: helado de turrón de Jijona, polos de fresas naturales y polos de gominolas, helado de chocolate blanco y dulce de leche o mi perdición, helado de galletas Oreo. Ah, si no tienes heladera no pasa nada, te explico cómo preparar helado sin heladera. Y si estás pensando en comprar una, la mía costó unos 20€ en Lidl y, de momento, cumple su función.

Con esta propuesta me estreno en el reto ¡Qué rico mami!, una iniciativa en la que varias blogueras compartimos recetas para niños con un determinado tema cada mes. En esta ocasión ha sido postres fresquitos y bonitos, y creo que este helado de nubes y regaliz rojo cumple los requisitos, ¿no?

Si preparas este helado de chuches, puedes mandarme una foto por email (tienes la dirección al comienzo de la columna derecha) o colgarla en la página del blog en Facebook. Gracias por adelantado ;)

Ingredientes (para una tarrina grande):
100 gramos de regaliz rojo
100 gramos de nubes
300 ml de leche
2 yogures griegos (250 gramos)
200 ml de nata para montar

Elaboración:

*Si vas a usar heladera, recuerda que la cubeta tendrá que llevar 24 horas en el congelador antes de usarla.

Pica el regaliz en trozos pequeños y ponlo en una cacerola con la mitad de la leche (150 ml). Calienta a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no se agarre. Espera a que se deshaga el regaliz (tardará 35-40 minutos). Parte las nubes a la mitad y pon en otra cacerola con la otra mitad de la leche (150 ml). Calienta a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que no se agarre. Espera a que se deshagan las nubes (tardará unos 5 minutos).

Sin heladera:
Mueve la mezcla fría y pasa a una tarrina. Mete en el congelador. Cada media hora, saca y mueve de nuevo (para romper los cristales de hielo que se vayan formando). Tendrás que hacerlo 4 o 5 veces. Guarda en el congelador.


Cuando vayas a servirlo, déjalo a temperatura ambiente durante 5-10 minutos, para que no esté demasiado duro.

*Más tiempos de reposo y enfriado

Trucos y consejos:

☼ Puedes derretir el regaliz totalmente y pasarlo por la batidora, o dejar trocitos y mezclar a mano, dependiendo de si quieres que el helado tenga o no 'tropezones'.

☼ Si no quieres complicarte haciendo bolas de helado, cuando termines de mantecar (si lo haces con heladera) o tras el último batido (si lo haces sin heladera), reparte el helado en tarrinas y guarda en el congelador, así estará preparado en raciones. Puedes usar envases de yogures, por ejemplo. Si no tienen tapadera, puedes poner un film transparente para que el helado no coja olor en el congelador. Yo uso los tarritos de plástico de los 'potitos' de Mercadona, que cierran hermético (mejor que muchos recipientes comprados).

☼ Puedes servir el helado acompañado de algún regaliz o alguna nube, aunque esto es más fácil si lo sirves en tarrina que en cucurucho ;)

☼ Los vasitos de galleta los compré en Lidl, aunque solo los tienen de vez en cuando. Son pequeños y el interior va bañado en chocolate.

☼ La cucharita de madera la venden en paquetes en los bazares chinos y en un montón de tiendas on line de menaje de cocina o de repostería creativa. Está decorada con washi tape (cinta adhesiva estampada), igual que la tarrina (un envase de yogur griego, reciclado).