Los champiñones y las setas son de las verduras que más gustan en casa, por eso -imaginación al poder- los cocino de mil y una maneras. Esta receta surgió a lo tonto, sin pensar, pero el resultado nos gustó tanto, que se ha convertido en una habitual. A mí me encanta no solo por el sabor y la textura, sino también porque es baja en calorías, se prepara fácilmente y siempre se obtiene un excelente resultado.
Puedes servir estos champiñones guisados como primer plato o como acompañamiento en un plato de carne o simplemente con un poco de pasta o arroz hervido.
Lo mejor es que simplemente con cambiar el tipo de vino o sustituirlo por cerveza, cava, sidra... tendrás un plato diferente. Es perfecto para aprovechar una botella que se ha quedado abierta y ya no vamos a tomar.
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