Si después de leer el título, has llegado hasta aquí, enhorabuena: estás a punto de descubrir el bizcocho de chocolate más jugoso de la historia. Si lo publico, a pesar de tener ya en el recetario del blog, el pastel de chocolate cremoso o la tarta selva negra (cuyo bizcocho también es de chocolate) es porque este se ha convertido en nuestro favorito. Además, un mordisco supone un chute de energía perfecto para superar con una sonrisa la cuesta de enero.

Lo mejor es que es un bizcocho de chocolate fácil de hacer y siempre sale mejor que bien. Lo peor: que la primera vez que lo haces (y lo pruebas) no dejas de pensar en que lleva mayonesa. Por suerte, eso dura los escasos tres segundos que tarda tu boca en enviar los datos de su sabor al cerebro: ohhhhhhhhhh. Es una pasada, de verdad, pero no pienses que es demasiado fuerte. Sabe a chocolate (¡de eso no hay dudas!) pero no es empalagoso.


Y luego está la crema de relleno y cobertura: una buttercream de chocolate muy, pero que muy chocolateada. Una combinación solo apta para chocoadictos. La receta original de esta tarta la vi en la web Bon appètit, que tiene unas ideas geniales, y la adapté (está en medidas inglesas), además de cambiar la mayonesa de bote por una casera (infinitamente más rica). Al parecer quien popularizó esta tarta de chocolate fue la marca de mayonesas Hellmann's (por razones obvias, supongo ;)

Supongo que estarás a punto de empezar a preparar la receta (y si no, ¿a qué esperas?). En cuanto la hagas, mándame una foto por email (tienes la dirección al comienzo de la columna derecha) o súbela a mi página de Facebook, para que todos la disfrutemos. Esta tarta es perfecta para San Valentín ¡¡y no queda nada!! Buen provecho ;)

Ingredientes (para un molde de 22 cm):

-Para el bizcocho:
60 gramos de chocolate negro (60% cacao)
60 gramos de cacao puro en polvo
420 ml de agua
3 huevos
15 ml de vinagre (1 cucharada)
5 gramos de sal (1 cucharadita)
250 ml de aceite de girasol
350 gramos de harina
7 gramos de bicarbonato (1/2 cucharada)
2 gramos de levadura química (1/2 cucharadita)
220 gramos de azúcar
220 gramos de azúcar moreno
5 gramos (1 cucharadita) de vainilla en pasta (o esencia, aroma, extracto...)
-Para la crema:
290 gramos de chocolate negro
375 gramos de mantequilla
375 gramos de azúcar glacé
15 gramos de vainilla en pasta (1 cucharada)

Elaboración:

Pica el chocolate y pon en un recipiente amplio junto al cacao. Reserva. Calienta el agua y, cuando rompa a cocer, vierte en sobre el cacao y el chocolate. Espera unos segundos y empieza a remover hasta que quede bien mezclado. Deja enfriar.


Pon la mayonesa junto con los azúcares en el recipiente de la amasadora y mezcla durante un par de minutos. Añade los otros dos huevos, de uno en uno, batiendo bien antes de añadir el siguiente. Añade la vainilla y mezcla bien.

Incorpora un tercio de la mezcla de harina y, cuando esté integrado, la mitad de la mezcla de chocolate y cacao. Repite la operación y termina con el último tercio de harina.


Precalienta el horno a 180 grados. Echa un poco de spray desmoldante (o mantequilla y harina) en el molde y vierte la mezcla. Hornea durante unos 35 minutos. Pincha con un palito para comprobar que está bien cocido por dentro. Saca y deja reposar sobre una rejilla hasta que esté templado.


Pasa un cuchillo por el borde del molde, saca el bizcocho y deja enfriar completamente sobre la rejilla. Envuelve en film y guarda 24 horas en la nevera (para que asiente y no se te rompa al partirlo).


Para hacer la buttercream de chocolate, trocea la mantequilla y espera a que esté a temperatura ambiente (al apretar con el dedo, no opone resistencia). Derrite el chocolate en el microondas (calienta de 15 en 15 segundos, removiendo cada vez) y reserva.


Bate con la pala la mantequilla a temperatura ambiente hasta que esté suave. Incorpora el azúcar glacé y sigue batiendo hasta que la mezcla blanquee y crezca. Añade la vainilla y, por último, el chocolate derretido (que ya estará templado) poco a poco, para que no derrita la mantequilla. Queda una crema bastante consistente.
Para montar la tarta, corta el bizcocho en tres discos iguales (de unos 2 o 2,5 cm). Pon una pizca de crema sobre la bandeja que vayas a usar y coloca el primer disco de bizcocho. Echa 1/4 de la crema y extiende uniformemente. Coloca el disco intermedio y echa otro 1/4 de la crema. Reparte de manera uniforme. Coloca el último disco, con la parte que estaba en contacto con la base del molde hacia arriba (es la más perfecta). Echa un par de cucharadas de crema y unta por arriba y por los bordes. Esta capa servirá para sujetar las migas. Mételo 20 minutos en la nevera.

Saca (notarás que la capa exterior está durita) y reparte el resto de la crema por todo el bizcocho. Si quieres hacer una espiral como yo, solo tienes que usar el dorso de una cuchara empezando por la parte de fuera.

No hace falta que refrigeres la tarta, aguanta a temperatura ambiente 24 horas sin problemas, además está más rica si no está fría, para que la crema esté muy suave y el bizcocho bien jugoso.

Trucos y consejos:

→ Es un bizcocho muy jugoso, que no necesita almíbar. Es perfecto para comer solo.

→ Puedes cambiar el relleno y la cobertura: prueba a untar los bizcochos con mermelada de fresas o usa una crema de chocolate blanco.