Le estoy cogiendo el gustillo a esto de hacer pan en casa y mi familia también. Ya no se conforman con cualquier barra comprada, reclaman pan casero, del que sabe a pan, huele a pan y tiene textura de pan.
Aunque había hecho distintos panes, nunca me había atrevido con el tipo pan de molde. Pero después del resultado obtenido con este pan de avena, creo que se queda entre las recetas habituales. Es un pan sin amasado, muy fácil de hacer y al alcance de cualquiera. Lo recomiendo para iniciarse como panarra, porque da muy buen resultado. La receta original de este pan de avena tradicional la vi en Pepe Kitchen, aunque luego la he adaptado a mi gusto ;)
Para prepararlo he usado copos de avena suaves, concretamente de la marca Kölln. Nunca había cocinado con avena, pero en la última semana he probado tres recetas, esta y dos de galletas de avena, a cual más rica. Ya os iré contando... La avena venía en la Degustabox de marzo, una caja sorpresa de envío mensual que contiene productos de alimentación. Cuesta 14,99€ al mes, pero si quieres probar, puedes recibir la primera por 9,99€ con el código 4FMKS.
Si preparas esta receta de pan de avena, mándame una foto por email (tienes la dirección al comienzo de la columna derecha), súbela a mi página de Facebook o etiquétame en Twitter o Instagram como @rbkdtorres. Buen provecho ;)
Ingredientes:
300 ml de agua mineral
50 gramos de copos de avena (y unos poquitos más para adornar)
25 gramos de mantequilla
100 gramos de miel
12 gramos de sal
1 huevo L (o un huevo M + 1 yema)
450 gramos de harina de fuerza
Elaboración:
Calienta unos 200 ml de agua y, cuando rompa a cocer, añade los copos de avena. Retira del fuego y mezcla bien. Incorpora la mantequilla, la miel y la sal y mueve hasta obtener una mezcla homogénea. Deja templar.
Añade el resto del agua y el huevo y mezcla hasta lograr una masa uniforme. Incorpora la harina y la levadura seca (si usas fresca, tendrás que deshacerla en los 100 ml de agua que habías reservado, antes de echarlo a la masa). Obtendrás una masa bastante blanda, pero no te preocupes que debe ser así. Coloca en un cuenco untado con un poquito de aceite de oliva o mantequilla, tapa con film transparente y deja reposar en la nevera durante, al menos, dos horas. Te recomiendo que lo dejes toda la noche, para que el pan desarrolle más aroma.
Prepara el molde (uno alargado de bizcocho), encamisando con papel vegetal (pon una hoja en la base y corta a la medida, luego coloca por dentro). Saca de la nevera la masa, vuelca sobre la mesa enharinada y desgasa (amasa un poco clavando los dedos para eliminar el aire interior de la masa). Haz un rollo y coloca en el molde. Tapa de nuevo y deja fermentar hasta que doble su tamaño (unas dos horas, aunque depende de la temperatura).
Cuando casi haya duplicado su tamaño, precalienta el horno a 190 grados con calor arriba y abajo sin aire. Y cuando haya levado del todo, destapa, pon unos copos de avena y algo de harina por encima y hornea durante 50 minutos (vigila y, si se tuesta mucho por arriba, cubre con papel de aluminio o vegetal). Saca, desmolda, golpea con los nudillos por la parte inferior (cuidado, no te quemes) y, si no suena hueco o notas la corteza muy blanda, hornea 10-15 minutos más sin molde. Saca del horno y deja que enfríe sobre una rejilla. Rebana con un cuchillo de pan (de sierra grande) antes de servir.
Trucos y consejos:
→ Este en un pan de molde con un sabor muy especial, que sirve para acompañar alimentos dulces y salados.
→ Yo suelo congelar las rebanadas que no vamos a comer en el día, en una bolsa de plástico bien cerrada. Luego las descongelo a temperatura ambiente (unos 15-20 minutos) o vuelta y vuelta en el tostador. Calientes son perfectas para el desayuno.
* + tiempo de levado y horneado
Gracias por leerme,
300 ml de agua mineral
50 gramos de copos de avena (y unos poquitos más para adornar)
25 gramos de mantequilla
100 gramos de miel
12 gramos de sal
1 huevo L (o un huevo M + 1 yema)
450 gramos de harina de fuerza
10 gramos de levadura seca de panadero (o 30 gramos si es fresca)
Elaboración:
Calienta unos 200 ml de agua y, cuando rompa a cocer, añade los copos de avena. Retira del fuego y mezcla bien. Incorpora la mantequilla, la miel y la sal y mueve hasta obtener una mezcla homogénea. Deja templar.
Añade el resto del agua y el huevo y mezcla hasta lograr una masa uniforme. Incorpora la harina y la levadura seca (si usas fresca, tendrás que deshacerla en los 100 ml de agua que habías reservado, antes de echarlo a la masa). Obtendrás una masa bastante blanda, pero no te preocupes que debe ser así. Coloca en un cuenco untado con un poquito de aceite de oliva o mantequilla, tapa con film transparente y deja reposar en la nevera durante, al menos, dos horas. Te recomiendo que lo dejes toda la noche, para que el pan desarrolle más aroma.
Prepara el molde (uno alargado de bizcocho), encamisando con papel vegetal (pon una hoja en la base y corta a la medida, luego coloca por dentro). Saca de la nevera la masa, vuelca sobre la mesa enharinada y desgasa (amasa un poco clavando los dedos para eliminar el aire interior de la masa). Haz un rollo y coloca en el molde. Tapa de nuevo y deja fermentar hasta que doble su tamaño (unas dos horas, aunque depende de la temperatura).
Cuando casi haya duplicado su tamaño, precalienta el horno a 190 grados con calor arriba y abajo sin aire. Y cuando haya levado del todo, destapa, pon unos copos de avena y algo de harina por encima y hornea durante 50 minutos (vigila y, si se tuesta mucho por arriba, cubre con papel de aluminio o vegetal). Saca, desmolda, golpea con los nudillos por la parte inferior (cuidado, no te quemes) y, si no suena hueco o notas la corteza muy blanda, hornea 10-15 minutos más sin molde. Saca del horno y deja que enfríe sobre una rejilla. Rebana con un cuchillo de pan (de sierra grande) antes de servir.
Trucos y consejos:
→ Este en un pan de molde con un sabor muy especial, que sirve para acompañar alimentos dulces y salados.
→ Yo suelo congelar las rebanadas que no vamos a comer en el día, en una bolsa de plástico bien cerrada. Luego las descongelo a temperatura ambiente (unos 15-20 minutos) o vuelta y vuelta en el tostador. Calientes son perfectas para el desayuno.
* + tiempo de levado y horneado
Gracias por leerme,
12 comentarios
Hola Rebeca, delicioso de ve este pan!! menudas tostadas tiene... Bs.
ResponderEliminarTiene una miga buenísima y seguro que no llega al final de día.
ResponderEliminarBesos.
Vaya unas rebanadas apetitosas, con morenitas por arriba y tan blanquitas por dentro.
ResponderEliminarGracias chicas, la verdad es que nos encantó!!
ResponderEliminarA mi hija le encanta la avena, tengo que probar esta receta porque te ha quedado de maravilla!
ResponderEliminarOs va a encantar!!
EliminarTiene una pinta increíble, los panes caseros son una delicia.Besos de Bea y Mara
ResponderEliminarMuchas gracias, chicas!! Vuestros bundts me tienen enamorada. A ver si empiezo a probar!!
EliminarYo de momento me quedo con tu receta y ya te cuento huuuuu.Una delicia para mis cenas.Bssss
ResponderEliminarHola Rebeca, podría sustituir la mantequilla por aceite de oliva? Si es así cuantas cucharadas Muchas Gracias Laura
ResponderEliminarHola Laura, la verdad es que no lo he probado, pero no debería haber problema. Cámbiala por la misma cantidad de aceite y me cuentas. Seguro que te gustará.
EliminarHola con tu permiso he publicado este pan en mi blog https://micocinilla.wordpress.com/2022/08/26/pan-de-avena/. Ha salido muy bueno lo unico que me ha pasado es que la miga se desmoronaba al cortarlo pero supongo que será algun fallo cometido por mi. Muchas gracias. Me gusta mucho tu blog. Un saludo
ResponderEliminar¿Tienes alguna duda? ¿Quieres preguntarme algo o dejar algún mensaje? ¡Hazlo aquí! Me encantará leerlo y responderte.