Hacer pan casero no es una tarea difícil, pero sí requiere un poco de maña y paciencia. Por eso, hay ideas alternativas que nos ponen las cosas fáciles. Esta receta de pan rápido no necesita levados ni ingredientes raros, ni siquiera levadura de panadería, porque se prepara con los típicos polvos de hornear bizcochos (la mal llamada levadura química, o impulsor).

Tampoco requiere masa madre, ni fermento previo, biga o poolish. En 45 minutos desde su inicio te puedes comer una hogaza de pan y en unos 15 si prefieres formar panecillos, que no necesitan horno porque se cocinan en una sartén. Son ideales para desayunar o merendar abiertos al medio en forma de bocata.

Lo mejor es que la masa no es nada pegajosa, es ideal para cocinar con niños. Eso sí, la duración de este pan no va más allá del día. Es para hacer y comer. Si lo preparas por la mañana, podrás disfrutar de tostadas para el desayuno, pan para la comida y la cena y panecillos para la merienda. Si haces de más, siempre puedes congelarlo.

¿Te animas a preparar esta receta de pan rápido?

Receta de pan rápido

Ingredientes:
300 gramos de harina de trigo
200 ml de leche (en el apartado Trucos y consejos te doy alternativas)
10 gramos de levadura química (en el apartado Trucos y consejos te doy alternativas)
7 gramos de sal
→ La harina ideal para este pan es la 'normal', ni floja ni de fuerza. No conviene usar integral porque queda mazacote. No he probado con harina sin gluten ni con harinas de otros cereales.

→ Si no tienes leche, eres alérgico, intolerante o vegano, la puedes sustituir por cualquier bebida vegetal o incluso por agua, pero en ese caso te recomiendo que cambies una cucharada de agua por una cucharada de yogur natural o de aceite de oliva.

→ La levadura química es la que se usa para hacer bizcochos (impulsor), también llamada polvos de hornear. Si no tienes, puedes usar gaseosillas (un sobre doble) o mezclar en un vasito 10 gramos de bicarbonato con 20 ml de vinagre o limón y añadirlo a la masa (el ácido sirve para activar el bicarbonato).

→ La sal no es imprescindible, pero te recomiendo que la pongas porque si no queda un sabor muy simplón.

→ Estos panes no se conservan demasiado bien. Consume en el día tanto la hogaza como los panecillos.

→ Puedes cortar el pan en rebanadas y congelar. También puedes congelar los panecillos, te recomiendo que los abras con un cuchillo de sierra por la mitad para poder descongelarlos vuelta y vuelta en el tostador. Lo ideal es que, tanto la hogaza como los panecillos, los congeles en cuanto se enfríen. Piensa que al descongelarlo, estará como en el punto en que lo congelaste.

→ Tanto el pan como los panecillos sirven para acompañar con dulce y salado. Me encanta con guacamole, con queso de untar y salmón ahumado, con tomate y jamón, con queso manchego y membrillo, con crema de chocolate, con queso de untar y mermelada de fresa... Por cierto, el pan de hogaza lo podéis hacer relleno de queso y hierbas aromáticas.

→ Si el pan de hogaza te queda demasiado plano, prueba a poner media cucharadita de levadura más, baja 10ºC la temperatura del horno y pon algo menos de agua en la bandeja de la base.