La coca es una masa tipo pan que puede ser dulce o salada y que se acompaña con todo tipo de ingredientes como relleno. Es típica de la zona del Mediterráneo español y se podría considerar 'prima' de la focaccia, la fougasse, el lahmacun, el pide, los panes árabes e, incluso, de la pizza.


Es un plato que te saca de un apuro si tienes una cena con amigos en casa, para un picoteo o para llevar si vas a comer fuera, porque se puede tomar templada o fría. Además, lleva por encima casi cualquier cosa, así que es perfecta como receta de aprovechamiento. Yo he elegido escalivada porque en casa nos encantan las verduras asadas, pero puedes añadir unas sardinas, migas de atún o incluso anchoas (estas, cuando ya hayas sacado la coca del horno).


Si todavía no estás convencido, te diré que es una receta de masa muy fácil y, si tienes amasadora o Thermomix, ni te cuento. Echar los ingredientes y esperar. A mano también se puede hacer sin problemas, de hecho, la de las fotos está a amasada sin máquina. Tardarás un poco más, pero ese día te ahorras el gimnasio ;)


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Ingredientes (para una coca del tamaño de la bandeja del horno):
-Para la masa:
50 gramos de manteca de cerdo
250 gramos de harina de fuerza
80 gramos de agua
4 gramos de levadura de panadero seca o 12 gramos si es fresca
1 cucharadita de sal
-Para la escalivada:
1 berenjena
1 cebolla
1 pimiento rojo (gordo)
1 ajo
Aceite de oliva

Elaboración:
En primer lugar, precalienta el horno a 180 grados. Asa las hortalizas para hacer la escalivada. Para ello, mancha tus manos con aceite de oliva y embadurna la cebolla, la berenjena y el pimiento. Coloca sobre la bandeja de horno y cocina unos 45 minutos, hasta que se vean muy tiernas. Saca la bandeja y, con cuidado, envuelve las hortalizas en papel de aluminio para que suden. Cuando estén casi frías, pela, haz tiras y reserva.


Mientras se asan, haz la masa de la coca. Para ello, pon en un cuenco la manteca a temperatura ambiente (o calienta 5-8 segundos en el microondas), la harina, el agua y la levadura. Mezcla un poco, añade la sal y amasa hasta que quede fina y elástica. Si tienes amasadora, en unos 5 minutos notarás que se está lista porque se despega de las paredes del vaso. Si la haces con Thermomix, pon los ingredientes de la masa (excepto la sal) y mezcla 30 segundos a velocidad 3. Añade la sal y amasa 3 minutos a velocidad espiga. Si amasas a mano, ten en cuenta que es una masa dura y su amasado consiste en estirarla 'arrastrando' con la parte inferior de la mano hacia adelante, recogerla, girar 90º (cuarto de vuelta) y repetir el proceso. Lo ideal es hacer tres vueltas (12 estiradas) y dejar la masa reposar 10 minutos tapada. Repite el proceso unas 5 o 6 veces. Cuando esté lista, coloca en un cuenco amplio, tapa con film o con un paño húmedo y espera a que doble su volumen, aproximadamente una hora. El tiempo de levado dependerá de la temperatura ambiente.


Precalienta el horno a 200 grados con calor arriba y abajo y ventilador (si tiene). Cuando la masa haya levado, vuelca sobre la encimera bien limpia y seca y desgasa (aplasta para quitar las burbujas de aire interior). Estira sobre una hoja de papel de horno con un rodillo (o con la mano), tapa con film transparente y deja que vuelva a levar durante media hora. Pincha con un tenedor toda la masa, para que respire en el horno y no se infle. Hornea a ciegas (sin relleno, para que la masa no se humedezca demasiado con las verduras asadas) durante 7-8 minutos. Mientras, exprime (o machaca) un ajo y deja macerar con 2-3 cucharadas de aceite de oliva. Saca la bandeja del horno y, con cuidado de no quemarte, coloca las tiras de verduras, dejando un par de dedos alrededor sin rellenar. Pon un poquito de sal por encima de las verduras y reparte el majado de aceite con ajo. Hornea unos 12-14 minutos más, hasta que la masa esté dorada, vigilando para que el ajo y las hortalizas no se quemen. Saca y, traspasa a una rejilla para que temple. Sirve templada.


Trucos y consejos:

→ La harina de fuerza es la que tiene 11-13 gramos de proteína por cada 100. Se usa para masas con grasa, como esta, o con alto contenido de azúcar. Aunque en el paquete ponga 'harina de fuerza', asegúrate de que lo es mirando la composición, que suele venir en el lateral.

→ La coca se puede comer caliente o fría, a mí como más me gusta es templada. Si sobra, al día siguiente puedes meterla 3-4 minutos en el horno bien caliente para que vuelva a estar templada.

→ La verdadera escalivada, típica de Cataluña, no asa las hortalizas en el horno, sino en las brasas. Seguro que el sabor es más auténtico, pero para mí el horno es más cómodo, sobre todo en casa.

Con esta receta de coca de escalivada participo en la iniciativa #ElSecretoEstáEnLaMasaTS, de La Cocina Typical Spanish, a propuesta de Juanan, del blog Cuuking. Si te apetece, puedes descubrir el resto de recetas con masa (saladas)  con las que participan otros blogueros.