Esta es una tarta deliciosamente inesperada. Una de esas pruebas que triunfan desde el minuto 1. Según la estás probando, piensas ¿he apuntado todos los ingredientes? ¿y las cantidades? ¿y el paso a paso? Y corres a buscar entre los papeles para anotar cualquier cosa que te ayude luego a recordar exactamente cómo la has hecho, porque esta receta la vas a repetir seguro. Y muy pronto, además.
La combinación, a priori, no podía fallar: bizcocho genovés, crema de queso suave y glasa con virutas de chocolate. Todo aromatizado con sidra con frutas del bosque. Sí, sí. Existe. Y está buena. Muy buena. De hecho, es perfecta para acompañar un postre como este.
La idea para hacer estas minitartas surge cuando recibo una botella de sidra con frutas del bosque en la Disfrutabox y pienso qué puedo hacer con ella. La bebida, de la marca The Good Cider, huele genial y tiene un sabor suave y muy original. Unos días antes, había visto en Pinterest una preciosa tarta americana chorreando glasa fucsia. Era un bizcocho de vainilla con buttercream, pero estéticamente me enamoró. Al probar la sidra me acordé de ella y pensé en versionarla. El resto, lo puedes ver...
Si preparas esta tarta de sidra y frutas del bosque, mándame una foto, súbela a la página del blog en Facebook o etiquétame en Twitter o Instagram como @rbkdtorres. Buen provecho ;)
Ingredientes (para una tarta de 15 cm de diámetro o 3 minitartas de 8 cm):
-Para el bizcocho:
2 huevos L
85 gramos de azúcar
30 gramos de sidra con frutas del bosque
85 gramos de harina
Una pizca de sal
-Para el almíbar:
100 gramos de sidra con frutas del bosque
50 gramos de azúcar
-Para la crema:
100 gramos de nata para montar
100 gramos de queso crema
50 gramos de azúcar
2 hojas de gelatina
30 gramos de sidra con frutas del bosque
-Para la glasa:
100 gramos de azúcar glacé
4-5 cucharaditas de sidra con frutas del bosque
Una pizca de colorante alimentario
-Para decorar:
1-2 cucharadas de virutas de chocolate blanco
Elaboración:
Precalienta el horno a 180 grados con calor arriba y abajo, sin aire. Si vas a hacer tres minitartas de 8 cm de diámetro, forra un molde de unos 16x24 cm con papel vegetal. Si vas a hacer una tarta de 15 cm de diámetro, forra dos moldes de este tamaño.
Para empezar a hacer el bizcocho, separa las yemas de las claras y monta estas a punto de nieve firme con una pizca de sal. Reserva.
Mezcla un poco las yemas con el azúcar, añade la sidra y bate hasta que blanquee. Incorpora la harina y bate hasta integrar.
Incorpora un tercio de las claras montadas a la masa de yemas e integra con movimientos envolventes. Ahora añade el resto de claras y sigue integrando con movimientos envolventes para que no se bajen. Vierte en el molde elegido y hornea durante unos 12 minutos (vigila porque cada horno es un mundo y no queremos bizcochos tostados, deben quedar muy blanquitos).
Mientras se hornea el bizcocho, preparamos la crema. Semimonta la nata bien fría y añade el queso, también frío, a cucharadas. A continuación, incorpora el azúcar. Mete las hojas de gelatina en agua fría y espera unos 3 minutos a que ablanden. Mientras, calienta la sidra hasta que rompa a hervir. Cuando la gelatina esté muy blanda, añade a la sidra y mueve hasta deshacer. Espera unos minutos a que temple e incorpora a la mezcla de nata y queso. Bate hasta integrar muy bien. Es importante para que no queden trozos cuajados por el efecto de la gelatina y otros líquidos porque no haya llegado. Reserva en la nevera. A partir de ahora debes trabajar rápido para que no cuaje la crema antes de montar la tarta.
Prepara un almíbar calentando la sidra y el azúcar en un cazo. Cuando rompa a cocer, mueve bien para deshacer el azúcar, apaga y deja enfriar. Para asegurarte de que el bizcocho está listo, pincha con una brocheta y comprueba que sale limpia. Entonces desmolda y espera unos minutos. Retira el papel con cuidado y deja enfriar sobre una rejilla. Si vas a hacer una tarta, tendrás dos planchas. Si vas a hacer minitartas, tendrás una plancha de la que debes cortar 6 discos iguales.
El almíbar y los bizcochos deben estar completamente fríos cuando empecemos a montar la tarta. Forra el molde que vayas a usar con papel vegetal, tanto la base como el interior. Inserta un disco de bizcocho, cala con el almíbar, añade una capa de crema de mayor grosor que el bizcocho (si haces minitartas, necesitarás unas 4-5 cucharadas en cada una) y coloca otra capa de bizcocho apretando lo justo para que no queden burbujas de aire, pero sin aplastar para que no se desborde la crema. Cala con el almíbar y guarda en la nevera durante unas 6-8 horas (o si lo prefieres, de un día para otro).
Cuando la tarta haya reposado en la nevera, prepara la glasa. Mezcla el azúcar con tres cucharadas de sidra (y colorante, si quieres). Ve añadiendo la sidra a cucharaditas, mezclando muy, muy bien cada vez. La textura cambiará de una cucharada a otra, así que cuidado. No debe quedar muy líquida, porque si no, chorreará por la tarta y no cubrirá con una capa. Desmolda la tarta con cuidado, retira el papel y glasea sobre una rejilla. Añade unas virutas de chocolate blanco. Espera entre una y cuatro horas para que la glasa haga una pequeña costra y sirve.
Trucos y consejos:
→ El bizcocho es un genovés al agua, que en vez de agua lleva sidra de frutos rojos. Es muy esponjoso y ligero porque no lleva grasa.
→ Tienes que usar suficiente almíbar para que los bizcochos queden jugosos, pero sin empaparlos para evitar que se deshagan.
→ Si quieres dar más color a la glasa, utiliza colorante en gel o pasta. Si vas a usar colorante líquido, añádelo al principio porque necesitarás menos sidra.
→ Puedes usar sidra normal, solo que el regusto será a manzana y no a frutos rojos. En ese caso, puedes colorear la glasa en amarillo o en verde para que case con el sabor.
→ La sidra de frutas del bosque (The Good Cider Wild Berries) está a la venta en botellines de 33 cl y en botellas de 75 cl, en su web y en algunos supermercados. Además de la sidra de frutas del bosque y la clásica de manzana, tienen con aroma a pera, melocotón y fresa-lima.
-Para el bizcocho:
2 huevos L
85 gramos de azúcar
30 gramos de sidra con frutas del bosque
85 gramos de harina
Una pizca de sal
-Para el almíbar:
100 gramos de sidra con frutas del bosque
50 gramos de azúcar
-Para la crema:
100 gramos de nata para montar
100 gramos de queso crema
50 gramos de azúcar
2 hojas de gelatina
30 gramos de sidra con frutas del bosque
-Para la glasa:
100 gramos de azúcar glacé
4-5 cucharaditas de sidra con frutas del bosque
Una pizca de colorante alimentario
-Para decorar:
1-2 cucharadas de virutas de chocolate blanco
Elaboración:
Precalienta el horno a 180 grados con calor arriba y abajo, sin aire. Si vas a hacer tres minitartas de 8 cm de diámetro, forra un molde de unos 16x24 cm con papel vegetal. Si vas a hacer una tarta de 15 cm de diámetro, forra dos moldes de este tamaño.
Para empezar a hacer el bizcocho, separa las yemas de las claras y monta estas a punto de nieve firme con una pizca de sal. Reserva.
Mezcla un poco las yemas con el azúcar, añade la sidra y bate hasta que blanquee. Incorpora la harina y bate hasta integrar.
Incorpora un tercio de las claras montadas a la masa de yemas e integra con movimientos envolventes. Ahora añade el resto de claras y sigue integrando con movimientos envolventes para que no se bajen. Vierte en el molde elegido y hornea durante unos 12 minutos (vigila porque cada horno es un mundo y no queremos bizcochos tostados, deben quedar muy blanquitos).
Mientras se hornea el bizcocho, preparamos la crema. Semimonta la nata bien fría y añade el queso, también frío, a cucharadas. A continuación, incorpora el azúcar. Mete las hojas de gelatina en agua fría y espera unos 3 minutos a que ablanden. Mientras, calienta la sidra hasta que rompa a hervir. Cuando la gelatina esté muy blanda, añade a la sidra y mueve hasta deshacer. Espera unos minutos a que temple e incorpora a la mezcla de nata y queso. Bate hasta integrar muy bien. Es importante para que no queden trozos cuajados por el efecto de la gelatina y otros líquidos porque no haya llegado. Reserva en la nevera. A partir de ahora debes trabajar rápido para que no cuaje la crema antes de montar la tarta.
Prepara un almíbar calentando la sidra y el azúcar en un cazo. Cuando rompa a cocer, mueve bien para deshacer el azúcar, apaga y deja enfriar. Para asegurarte de que el bizcocho está listo, pincha con una brocheta y comprueba que sale limpia. Entonces desmolda y espera unos minutos. Retira el papel con cuidado y deja enfriar sobre una rejilla. Si vas a hacer una tarta, tendrás dos planchas. Si vas a hacer minitartas, tendrás una plancha de la que debes cortar 6 discos iguales.
El almíbar y los bizcochos deben estar completamente fríos cuando empecemos a montar la tarta. Forra el molde que vayas a usar con papel vegetal, tanto la base como el interior. Inserta un disco de bizcocho, cala con el almíbar, añade una capa de crema de mayor grosor que el bizcocho (si haces minitartas, necesitarás unas 4-5 cucharadas en cada una) y coloca otra capa de bizcocho apretando lo justo para que no queden burbujas de aire, pero sin aplastar para que no se desborde la crema. Cala con el almíbar y guarda en la nevera durante unas 6-8 horas (o si lo prefieres, de un día para otro).
Cuando la tarta haya reposado en la nevera, prepara la glasa. Mezcla el azúcar con tres cucharadas de sidra (y colorante, si quieres). Ve añadiendo la sidra a cucharaditas, mezclando muy, muy bien cada vez. La textura cambiará de una cucharada a otra, así que cuidado. No debe quedar muy líquida, porque si no, chorreará por la tarta y no cubrirá con una capa. Desmolda la tarta con cuidado, retira el papel y glasea sobre una rejilla. Añade unas virutas de chocolate blanco. Espera entre una y cuatro horas para que la glasa haga una pequeña costra y sirve.
Trucos y consejos:
→ El bizcocho es un genovés al agua, que en vez de agua lleva sidra de frutos rojos. Es muy esponjoso y ligero porque no lleva grasa.
→ Tienes que usar suficiente almíbar para que los bizcochos queden jugosos, pero sin empaparlos para evitar que se deshagan.
→ Si quieres dar más color a la glasa, utiliza colorante en gel o pasta. Si vas a usar colorante líquido, añádelo al principio porque necesitarás menos sidra.
→ Puedes usar sidra normal, solo que el regusto será a manzana y no a frutos rojos. En ese caso, puedes colorear la glasa en amarillo o en verde para que case con el sabor.
→ La sidra de frutas del bosque (The Good Cider Wild Berries) está a la venta en botellines de 33 cl y en botellas de 75 cl, en su web y en algunos supermercados. Además de la sidra de frutas del bosque y la clásica de manzana, tienen con aroma a pera, melocotón y fresa-lima.
5 comentarios
Rebeca, qué maravilla de receta te has marcado!! Me encanta. bss
ResponderEliminarEse rosa chicle me encanta!!que rica...
ResponderEliminarDesde luego haces arte comestible. Enhorabuena!
ResponderEliminarhttp://www.elvestidordemaya.com/
¡Qué postre más rico! Ideal para una fiesta de cumpleaños con este color rosa chicle.
ResponderEliminarHola Rebeca, esta tarta ha quedado muy bonita. Enhorabuena por las fotos, son increíbles!
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