Si una tarde recibes 30 kilos de cítricos y a la mañana siguiente te topas con un precioso bizcocho de naranjas sólo puede pasar una cosa: que lo cocines inmediatamente, sobre todo si detrás está Miriam, de El invitado de invierno, reinterpretando una receta de la cocinera Donna Hay. Lo reconozco: fue verlo y enamorarme. Así que en cuanto tuve un rato me puse a adaptar la tarta, añadiendo zumo entre los ingredientes y cubriéndola de naranjas confitadas también por los laterales.
¿Que por qué tenía 30 kilos de naranjas? Porque dos valencianos de Riola, Agustín y Vicente, me las enviaron para que las probara. Son los responsables de Naranjas Delicia, una pequeña empresa que cultiva de manera tradicional y que es muy respetuosa con el medio ambiente. Lo mejor de sus cítricos es que, cuando haces un pedido, los cortan y viajan del árbol a tu mesa en sólo 24 horas, sin pasar por cámaras de refrigeración, sin tratamientos químicos de maduración artificial y sin encerados ni abrillantados que merman su sabor. Vamos, que son naranjas con olor a naranja y sabor a naranja, nada más.
Después de probarlas puedo decir que han aguantado más de un mes en perfecto estado, sin necesidad de frigorífico (las he tenido en el patio, en su caja de cartón). Y que están ricas, ricas. Con mucho zumo y gran sabor. ¡Sólo hay que ver la pinta!
Si preparas este bizcocho de naranjas confitadas, sube una foto a cualquier red social y etiquéteame (Facebook | Twitter | Instagram | Pinterest | Google+). ¡Te va a encantar!
Ingredientes:
-Para las naranjas confitadas:
2-3 naranjas
220 gramos de azúcar
330 gramos de agua
1 cucharadita de vainilla en pasta (o esencia, aroma, extracto...)
-Para el bizcocho:
4 huevos M
220 gramos de azúcar
1 cucharadita de vainilla en pasta (o esencia, aroma, extracto...)
150 gramos de harina
2 cucharaditas de levadura química
150 gramos de mantequilla
125 gramos de almendra molida
1 naranja
Elaboración:
Lo primero que tenemos que hacer es lavar y secar las naranjas, porque las vamos a confitar con piel. A continuación, las cortamos en rodajas finas con un cuchillo muy bien afilado o una mandolina.
Pon en una cacerola el agua, el azúcar y la vainilla. Calienta hasta que rompa a cocer y añade las rodajas de naranja, ordenadas, para que no se acumulen en una zona y haya pocas en otra. Deben cocer unos 20-30 minutos. Sabrás que están listas cuando la corteza esté translúcida y blanda. Mientras templan, encamisa el molde con papel de horno, cubriendo la base y los laterales. Además, si es desmontable, cubre la base y los bordes por fuera con papel de aluminio, porque podría salirse un poco de líquido del almíbar (no sé tú, pero yo odio limpiar el horno). Cubre la base, empezando por el centro, y los laterales con las rodajas de naranja. Lo ideal es que se superpongan un poquito. Vierte unas cucharadas de almíbar sobre ellas y reserva el resto.
Tamiza la harina y la levadura química. Lava y seca la naranja y ralla la parte naranja de la cáscara con un rallador fino. Mezcla con la harina y reserva.
Si usas almendras enteras, pela, tritura y reserva. Derrite la mantequilla en el microondas, calentándola 30 segundos, moviendo y calentando un poco más si es necesario, y reserva.
Si tienes Thermomix, coloca la mariposa echa los huevos, el azúcar y la pasta de vainilla, y programa 10 minutos, 37º, velocidad 4. Si usas amasadora, echa los huevos, el azúcar y la pasta de vainilla en el cuenco y bate hasta que la mezcla espese, blanquee y crezca hasta triplicar su volumen inicial. Tardará unos 12-15 minutos y sabrás que está listo porque, al coger un poco con una espátula, caerá formando una cinta de masa. A mano o con batidora de varillas, tardará un poco más, pero también se puede hacer. En este caso, es recomendable colocar el cuenco con la mezcla sobre un cazo con un poquito de agua hirviendo (sin que toque el fondo del cuenco), para ayudar a que alcance el punto de cinta.
Añade a la mezcla la harina con la ralladura e incorpora con ayuda de una espátula haciendo movimientos envolventes. A continuación, haz lo mismo con la mantequilla derretida y el zumo de la naranja a la que rallaste la piel. Incorpora la almendra molida y, por último, el zumo de la naranja a la que rallaste la piel, siempre con movimientos envolventes. Estará listo cuando la masa sea homogénea.
Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo sin aire Vierte la mezcla en el molde donde están las naranjas confitadas y hornea durante 45 minutos. Para ver si está hecho, pincha con una brocheta por el centro y comprueba que sale limpia (puede haber miguitas pegadas). Con cuidado de no quemarte, desmolda enseguida para evitar que quede pegado. Coloca sobre una rejilla, dejando las naranjas en la parte superior.
Trucos y consejos:
→ Usa unas naranjas buenas, que tengan sabor. Es clave para que el bizcocho quede muy rico.
→ Es un poco incómodo de cortar, porque las naranjas confitadas crean una capa dura. Usa un cuchillo de sierra.
→ Es un bizcocho migoso, muy rico y tierno, pero no jugoso, por eso es buena idea servirlo acompañado de una jarrita con el almíbar sobrante de confitar las naranjas. Así los más golosos podrán regar su trozo.
-Para las naranjas confitadas:
2-3 naranjas
220 gramos de azúcar
330 gramos de agua
1 cucharadita de vainilla en pasta (o esencia, aroma, extracto...)
-Para el bizcocho:
4 huevos M
220 gramos de azúcar
1 cucharadita de vainilla en pasta (o esencia, aroma, extracto...)
150 gramos de harina
2 cucharaditas de levadura química
150 gramos de mantequilla
125 gramos de almendra molida
1 naranja
Elaboración:
Lo primero que tenemos que hacer es lavar y secar las naranjas, porque las vamos a confitar con piel. A continuación, las cortamos en rodajas finas con un cuchillo muy bien afilado o una mandolina.
Pon en una cacerola el agua, el azúcar y la vainilla. Calienta hasta que rompa a cocer y añade las rodajas de naranja, ordenadas, para que no se acumulen en una zona y haya pocas en otra. Deben cocer unos 20-30 minutos. Sabrás que están listas cuando la corteza esté translúcida y blanda. Mientras templan, encamisa el molde con papel de horno, cubriendo la base y los laterales. Además, si es desmontable, cubre la base y los bordes por fuera con papel de aluminio, porque podría salirse un poco de líquido del almíbar (no sé tú, pero yo odio limpiar el horno). Cubre la base, empezando por el centro, y los laterales con las rodajas de naranja. Lo ideal es que se superpongan un poquito. Vierte unas cucharadas de almíbar sobre ellas y reserva el resto.
Tamiza la harina y la levadura química. Lava y seca la naranja y ralla la parte naranja de la cáscara con un rallador fino. Mezcla con la harina y reserva.
Si usas almendras enteras, pela, tritura y reserva. Derrite la mantequilla en el microondas, calentándola 30 segundos, moviendo y calentando un poco más si es necesario, y reserva.
Si tienes Thermomix, coloca la mariposa echa los huevos, el azúcar y la pasta de vainilla, y programa 10 minutos, 37º, velocidad 4. Si usas amasadora, echa los huevos, el azúcar y la pasta de vainilla en el cuenco y bate hasta que la mezcla espese, blanquee y crezca hasta triplicar su volumen inicial. Tardará unos 12-15 minutos y sabrás que está listo porque, al coger un poco con una espátula, caerá formando una cinta de masa. A mano o con batidora de varillas, tardará un poco más, pero también se puede hacer. En este caso, es recomendable colocar el cuenco con la mezcla sobre un cazo con un poquito de agua hirviendo (sin que toque el fondo del cuenco), para ayudar a que alcance el punto de cinta.
Añade a la mezcla la harina con la ralladura e incorpora con ayuda de una espátula haciendo movimientos envolventes. A continuación, haz lo mismo con la mantequilla derretida y el zumo de la naranja a la que rallaste la piel. Incorpora la almendra molida y, por último, el zumo de la naranja a la que rallaste la piel, siempre con movimientos envolventes. Estará listo cuando la masa sea homogénea.
Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo sin aire Vierte la mezcla en el molde donde están las naranjas confitadas y hornea durante 45 minutos. Para ver si está hecho, pincha con una brocheta por el centro y comprueba que sale limpia (puede haber miguitas pegadas). Con cuidado de no quemarte, desmolda enseguida para evitar que quede pegado. Coloca sobre una rejilla, dejando las naranjas en la parte superior.
Trucos y consejos:
→ Usa unas naranjas buenas, que tengan sabor. Es clave para que el bizcocho quede muy rico.
→ Es un poco incómodo de cortar, porque las naranjas confitadas crean una capa dura. Usa un cuchillo de sierra.
→ Es un bizcocho migoso, muy rico y tierno, pero no jugoso, por eso es buena idea servirlo acompañado de una jarrita con el almíbar sobrante de confitar las naranjas. Así los más golosos podrán regar su trozo.
7 comentarios
Un aspecto delicioso y tiene que tener muy buen olor.Bsssss
ResponderEliminarLa verdad es que sí. Gracias!!
EliminarHola Rebeca, que suerte tener tantas naranjas, si quieres tengo un montón de recetas en el blog, yogur de naranja, albóndigas con naranja, tarta tatín de naranja.... y muchas más.
ResponderEliminarY si no quieres hacer nada con ellas, estoy dispuesta a seguir haciendo recetas con naranjas
besos,
Me las apunto, que suenan muy bien. Gracias!!
EliminarQué delicia! Con un café y un poquito de chocolate... por pedir!!! :D
ResponderEliminarbesos
Tiene una pinta increíble....me la apunto para este finde!!!!
ResponderEliminarBuena pinta, este invierno cuando comience la temporada de naranjas la haremos en casa
ResponderEliminar¿Tienes alguna duda? ¿Quieres preguntarme algo o dejar algún mensaje? ¡Hazlo aquí! Me encantará leerlo y responderte.