Lo mejor de este plato de fiesta es su versatilidad: puedes rellenar el pollo (casi) de lo que quieras. Yo he elegido setas, bacon y unas frutas desecadas que ponen el punto dulce. Prueba con otros rellenos y con otras carnes para conseguir sabores distintos.
Es importante que, una vez rellena, envuelvas la carne en papel film dejándola bien prieta, para que no se salgan los jugos y la recuezan. Queremos que quede jugosa y con sabor. Yo utilizo el film de Albal corte fácil, porque me resulta muy cómodo poder partirlo con la mano, como si fuera papel. Odio cuando empiezo a estirar, a intentar cortarlo con los dientes del envase y no hay manera.
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