La salsa vinagreta es una emulsión que combina una grasa, normalmente aceite de oliva, con un líquido ácido, que suele ser vinagre (a veces lleva zumo de limón). La proporción para prepararla es, normalmente, de 3 partes de aceite y 1 de vinagre; y suele utilizarse como aliño no sólo en ensaladas sino también en diferentes platos, como en este salpicón de pulpo y langostinos.
Un salpicón, por su parte, es una mezcla de 'restos' ya sean carnes o, como en este caso, mariscos, aliñados con vinagreta -precisamente-, que se come frío. En su origen, ésta era una receta de aprovechamiento; hoy se puede preparar a propósito, aunque también es perfecta para gastar restos de marisco cocido y/o trozos de pulpo. Es una tapa frecuente en toda España, sobre todo en la costa andaluza.
Aunque estrictamente no es una ensalada, la importancia del aderezo en esta receta fría hace necesario usar un buen aceite de oliva, un rico vinagre y, también, un pimentón ahumado de calidad, porque el pimentón en la vinagreta es la clave para dar con el sabor del auténtico salpicón de marisco.

¿Te animas a preparar esta receta de salpicón de pulpo?

¿Te gusta el queso de untar? A nosotros nos encanta pero, a veces, nos cansamos de comerlo con el mismo sabor y lo 'versionamos' añadiendo especias u otros productos. En el mercado existen un montón de marcas de queso crema, el más conocido es el queso Philadelphia, nombre por el que se conoce de forma genérica; pero prepararlo en casa es tan fácil, que merece la pena que pruebes a hacerlo.
Para preparar queso crema casero sólo necesitas un ingrediente: yogur, mejor si es griego, porque tiene un mayor porcentaje de grasa. El proceso es tan sencillo que no puedo llamarlo ni receta de queso de untar. Sólo tienes que poner el yogur a escurrir sobre un trapo para eliminar el suero y aderezar. Ya está. Como ves, no tiene misterio.

Lo bueno de esta receta de queso de untar es que puedes aromatizarla con diferentes sabores: romero, tomillo, orégano, eneldo... incluso añadir ajo, tomates secos, o ingredientes como jamón serrano o queso azul. ¡Deja volar tu imaginación!

¿Te animas a preparar en casa esta receta de queso untable?

El jamón serrano es uno de los alimentos españoles que luchan por convertirse en Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. No cabe duda de que es seña de identidad de nuestro país, además de ser un exponente de la dieta mediterránea. Es un bocado tan delicioso como sano, ya que proporciona un importante aporte de hierro, es fuente de vitaminas y minerales, y ha sido reconocido como alimento cardiosaludable, pues contiene ácidos grasos monoinsaturados.
Los estudios apuntan a que el jamón ibérico es más sano, especialmente el de los cerdos criados de forma tradicional: sueltos en el campo, haciendo ejercicio físico y alimentándose de hierbas y bellotas. Rico como pocos, el jamón es un alimento versátil que combina con casi cualquier cosa. Buena muestra de ello es esta ensalada, con apenas tres ingredientes y una vinagreta sencilla. Eso sí, elige un buen jamón para prepararla, porque será lo que marque la diferencia.
Si a ti también te gusta el jamón ibérico, tengo una buena noticia, porque La cocina de Rebeca e Ibéricos Vázquez convocamos un concurso de recetas con productos ibéricos. Los premios son una pasada: dos lotes de productos ibéricos frescos y curados. Al final del post tienes las bases para participar, pero ya puedes ir pensando en qué receta vas a preparar.

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Y si tienes 1 minuto, me encantaría que me ayudaras en los premios #Bitácoras16, donde estoy nominada como bloguera en categoría Gastronomía. Éste es el enlace: https://goo.gl/GJXxEZ

La tarta de queso fría es una de las recetas más populares de los últimos años por su sabor y textura, pero sobre todo por su sencillez, ya que no necesita horno. Hoy la traigo en forma de vasitos de cheesecake y vestida de otoño: con una base de pan de especias y una cobertura de dulce de membrillo y nueces. La verdad es que no parece la misma y merece la pena probarla.
Me gusta preparar postres en vasito porque son muy cómodos para servir y tomar. No hace falta cuchillo, ni paleta, no hay que partir la tarta ni calcular el tamaño de los trozos: cada uno coge su vasito y a disfrutar. Además, en caso de que sobren, se tapan con un trozo de papel de aluminio y se guardan en la nevera, ocupando el espacio justo.


Y si decoras los vasitos con un trozo de puntilla o lazo y una etiqueta, los tienes vestidos de fiesta. Sirven para una cena romántica, para la comida de Navidad o para una colocar en una mesa dulce. Es un formato muy práctico que permite reutilizar envases de cristal, ya sean de unos yogures o cualquier otro tarro pequeño, de paté por ejemplo. Se lavan en el lavavajillas y salen como nuevos, sin olores ni sabores raros como ocurre con algunos envases de plástico.

¿Te animas a probar estos vasitos de tarta de queso con membrillo?

El arroz es un alimento que combina muy bien con casi cualquier otro ingrediente. Por eso es una buena opción para usarlo como base y preparar una receta de aprovechamiento. En este caso, las verduras congeladas y cualquier caldo que tengamos serán unos compañeros estupendos para preparar un delicioso plato.
No importa qué verduras que uses para cocinar este arroz viudo (así llamado porque no lleva carne, marisco ni pescado), puedes emplear las que más te gusten, las que tengas por la nevera o, como he hecho yo, un paquete de verduras congeladas. La ventaja es que, a pesar de ser un plato humilde y barato, si usas un buen caldo, estará muy rico.
Otra ventaja es que ajustando la cantidad de caldo, puedes elegir el punto del arroz. Si haces un arroz seco, necesitarás 2 partes de caldo por cada 1 de arroz (2:1); si prefieres un arroz meloso, 3:1; y si quieres arroz caldoso, 4:1. Lo fundamental es que el arroz no se pase, que quede en su punto elijas la opción que elijas.

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Una galette es una tarta rústica típica de la región francesa de Bretaña. Lo tradicional es encontrarla con relleno salado y acompañarla de sidra, aunque el nombre se ha extendido y se llama galette a la tarta, dulce o salada, que se hornea sobre la masa con los bordes doblados sin cubrir. En este caso yo traigo una versión dulce y frutal: una receta de galette de manzana.
Aunque lo pueda parecer, no es una quiche ni una empanada, la receta de masa original se aproxima a la de los crêpes, solo que usando harina de trigo sarraceno en su elaboración. En España hemos adaptado su forma y la preparamos con una fina masa quebrada o con una lámina de hojaldre.
Los rellenos admiten mil y una opciones. Si son dulces, puedes poner tanto frutas (no te pierdas la galette de melocotón, y prueba con ciruela, fresa, pera, mango o frutas del bosque...); o simplemente rellena de chocolate o de caramelo salado. Como rellenos salados te propongo: cuatro quesos; salteado de setas; o la clásica galette complete, que combina jamón cocido, cebolla, queso y huevo.

Apunta los ingredientes en la lista de la compra y anímate a preparar esta receta de galette de manzana. ¡Espero que te guste!

Hoy os traigo una receta especial, que he preparado para el III campeonato Demos la vuelta al día. Se trata de un plato más elaborado de lo que es habitual, pero en fechas como Navidad o cuando tengáis una celebración, podéis prepararlo, porque no es difícil. Se trata de un falso cous cous vegetal, preparado con brócoli, acompañado de calamares que, gracias al tipo de corte, quedan enrollados. El aliño es una doble mayonesa de ajo: la tradicional y otra a la que se añade tinta de calamar para que quede de color negro. Como colofón, una peineta crujiente de tinta de calamar, que aporta el toque 'crunchy' y que es muy vistosa. ¿Te animas a preparar esta receta de cous cous de brócoli con calamares enrollados y crujiente de su tinta?

Con la llegada de septiembre y la vuelta al cole, muchas mamás se vuelven locas con los menús de los peques de la casa. Ésta es una receta de pasta de lo más sencillo que me recuerda a mi infancia. ¿Quién no ha comido alguna vez macarrones con chorizo?
Aunque no tiene ningún misterio, la clave está en usar chorizo fresco y un buen tomate frito casero. El chorizo seco, el típico curado listo para comer, se pondrá demasiado duro al pasar por la sartén y será difícil de masticar. Respecto a la salsa de tomate, no hace falta explicar las diferencias entre la comprada y la hecha en casa. Y si a tu peque no le gustan los 'trocitos' del tomate o la cebolla, no hay problema: pásala por la batidora o, incluso, cuélala. Si queda muy líquida, deja que reduzca un ratito más en la sartén.
La pasta ideal para preparar este plato son los macarrones rayados, ya que la salsa de tomate penetra por las estrías y se adhiere a ellos. Además, ten en cuenta que, para acompañar a la pasta corta siempre conviene usar salsas espesas, no demasiado claras.

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La sopa de picadillo es una receta de aprovechamiento que se prepara con lo que tenemos por casa: no importa si el caldo es del cocido, de verduras, de codillo o de pollo; si le echamos cachitos de jamón o de pollo (ya sean de hacer el propio caldo, o restos de cocido o pollo asado), si lleva huevo duro, picatostes o trocitos de verduras... Lo importante es que siempre está buena y que, a la hora de la cena, se puede tomar como plato único.
Las recetas de sopa son estupendas para entrar en calor, para entonar el cuerpo, para saciarnos e hidratar nuestro cuerpo. Además, en este caso, es de fácil digestión, por lo que puede tomarse cuando no nos encontramos muy bien. También es buena para los niños que no comen demasiado, ya que es un plato muy completo.
Investigando acerca de la receta de sopa de picadillo, he descubierto que en algunas zonas de Andalucía, como Sevilla o Almería, se sirve siempre con trocitos de ave picados finos y huevo duro y que, a pesar de parecer un plato humilde, es típico tomarla en la cena de Nochebuena o la comida de Navidad.

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El arroz con bogavante es un clásico entre las distintas recetas de arroz caldoso. Se trata de un plato para ocasiones especiales y mucho más fácil de preparar de lo que puede parecer. El sabor a mar del caldo, la textura melosa del arroz y la ternura de la carne del bogavante lo convierten en una delicia.
Si lo que te echa para atrás es el precio del bogavante, piensa que un ejemplar gallego de unos 600-700 gramos dará para 6 personas y cuesta unos 25€. La ración de arroz con bogavante saldrá por menos de 5€. Si usas bogavante canadiense o congelado, abaratarás la receta de manera considerable, aunque su sabor también perderá. Yo compro marisco gallego on line porque me lo envían vivo directamente desde la lonja de Galicia a casa en 24 horas.
Para mí, el único obstáculo para preparar este plato era cómo partir el bogavante, porque no lo había hecho nunca y por aquello de que el animal estaba vivo. Pero abajo te cuento trucos para que no termine en tu acuario como mascota. Además, seguro que mientras disfrutas del arroz caldoso, se te olvida el crimen ;)

¿Ya te has decidido a probar esta receta de arroz con bogavante?

La salsa de tomate puede ser la clave entre un plato de pasta normal o delicioso (bueno, usar pasta fresca casera también aporta, claro). Consiste en una fritura de tomate, cebolla, ajo, aceite, sal, hierbas aromáticas y especias. En este caso, traigo una versión de la salsa de tomate italiana, donde el orégano es protagonista. Es una receta de Jamie Oliver y, una vez la has probado, no querrás tomate frito comprado nunca más.


Muy sencilla de hacer, sobre todo si tienes Thermomix, la salsa tiene una textura para untar en pan y un aroma espectacular. Además, puede servir como base para hacer el popular ragú de la pasta bolognesa, como salsa para albóndigas (una vez fritas, se cuecen en esta salsa) o como base para la pizza o la lasaña.


Además, si haces mucha cantidad puedes prepararla como tomate frito embotado y tenerla guardada para cuando la necesites. Es un básico de fondo de despensa que te sacará de un apuro. Al final te explico cómo hacerlo para que obtengas un tomate frito en conserva en perfectas condiciones.

El pisto manchego es un plato de la cocina tradicional, típico -como su nombre indica- de La Mancha y, en general, del centro de España. Se trata de una fritada de hortalizas que se prepara rehogando, primero, y friendo después, cebolla, pimiento, calabacín y tomate; siempre con aceite de oliva. Yo le pongo ajo y alguna hierba aromática, normalmente tomillo, por costumbre familiar y porque le da un sabor especial.
Preparar el pisto manchego tradicional no tiene más misterio que trocear y freír las verduras. Eso sí, cada una requiere un tiempo, por eso comenzamos por las que necesitan más cocción y vamos añadiendo el resto. El plato admite muchas y buenas compañías y, si quieres convertirlo en una preparación sofisticada, puedes preparar esta milhojas de mousse de pisto.

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