Hacer helado en 10 minutos y sin heladera es posible. Y, además, queda cremoso, muy cremoso, como los que sirven con máquina directamente en la tarrina o el cucurucho. Aunque yo traigo la receta de helado de chocolate, podrás adaptarlo a otros muchos sabores, porque lleva ingredientes sencillos. Una vez mezclados, sólo necesitas dejar actuar a la Física y a la Química. ¿Que tú no eres de ciencias? No importa, sigue el paso a paso de esta receta de helado exprés.
Para que entiendas un poco mejor cómo funciona el proceso por el que se congela este helado, hay que tener en cuenta que, al mezclar hielo y sal, se forma un líquido con alta concentración en sales que no solidifica a 0 grados, sino a -2. Este compuesto baja la temperatura de forma muy rápida a la mezcla de leche y nata por actuación de la termodinámica. ¿Cómooooo? Simplemente quiere decir que, dos sustancias que permanecen en contacto a diferentes temperaturas, buscan el equilibrio térmico entre ellas. Además, gracias a la fricción, la crema no se congela, sino que los cristales de hielo se rompen, adquiriendo la textura característica del helado. Después de la lección de Física y Química, lo importante es que mezcles bien los hielos y la sal y que agites con fuerza la bolsa. El resto, se hace 'sólo'. Pero, ¿y lo bien que vas a quedar si le explicas a alguien el procedimiento? ;)

Una de las ventajas de este helado cremoso es que se prepara muy rápido; otra, que no tienes por qué hacer gran cantidad, como ocurre con la heladera: puedes preparar una sola ración (eso sí, tan generosa como quieras). Y la tercera ventaja es que, si usas varias bolsas pequeñas, tendrás incluso sabores distintos, adaptados al gusto de cada uno.

Si preparas esta receta de helado rápido, sube una foto a cualquier red social y etiquétame (Facebook | Twitter | Instagram | Pinterest | Google+). ¡Espero que te guste!

Ingredientes (para 500 ml de helado):
250 gramos de nata para montar
200 gramos de leche entera
3-4 cucharadas de azúcar
1 cucharadita de azúcar invertido (si tienes)
Unas gotas de vainilla en pasta (o esencia o extracto)
1 cucharada de cacao
1 puñado de pepitas de chocolate (las mías, blancas y negras)

-Materiales:
2 bolsas Ultra-Zip una más grande que otra (las mías de 1 y 3 litros).
Hielo en cubitos para llenar más de la mitad la bolsa grande
200 gramos de sal gorda

Elaboración:

→ Puedes hacerlo de distintos sabores con pequeños cambios: de helado de nata, eliminando la vainilla y el cacao; helado de straciatella, sin vainilla ni cacao y con chocolate negro rallado; helado de vainilla, poniendo más vainilla en pasta y suprimiendo el cacao; helado de fresa, incorporando 3 o 4 fresas trituradas; helado de limón, añadiendo zumo de un limón exprimido y corrigiendo la cantidad de azúcar...

→ También puedes hacerlo de chocolate sin 'tropezones', prescindiendo de las pepitas; o cambiarlas/mezclarlas con trocitos de galleta, de bizcocho, poniendo Lacasitos, M&M's, trocitos de frutos secos...

→ Por supuesto, la técnica sirve para preparar helado de yogur, como los conocidos frozen yogurt, froyo o frogurt. En ese caso, usa yogur griego en vez de nata y leche. Sólo yogur, azúcar (si quieres) y si te apetece un poco de vainilla, cacao, trocitos de chocolate, galleta, etc...

→ Yo prefiero hacer poca cantidad para consumir en el momento, pero si sobra, puedes guardarlo en un recipiente hermético dentro del congelador. Eso sí, sácalo un rato antes de comer, porque ya no estará tan cremoso.

Esta receta de helado en bolsa está elaborada en colaboración con Albal, la empresa que cada día nos ayuda a conservar, congelar y cocinar alimentos con poco esfuerzo para que los podamos aprovechar durante un período más largo de tiempo.

Gracias a sus resistentes bolsas zipper podemos, por ejemplo, hacer helado, aplicando la técnica que hemos usado en esta receta; o congelar los alimentos con el mínimo aire, para evitar que los alimentos se 'quemen' en el congelador.

La marca defiende la filosofía 'Save Food', eso que nuestras madres llamaban aprovechamiento. Es necesario que nos concienciemos porque millones de personas mueren cada año de hambre en el mundo, a la vez que toneladas de alimentos se desperdician cada día. El planeta dispone de alimentos suficientes para todos sus habitantes, lo que necesitamos es repartirlos mejor.

Si te interesa, descubre más a fondo 'Save Food' y encuentra prácticos menús semanales en la página de Albal en Facebook.