El ramen es un plato japonés que se prepara en un cuenco y está compuesto por un caldo condimentado, fideos e ingredientes variados que sirven como acompañamiento. De origen chino, esta receta de sopa oriental se hizo muy popular en Japón a mediados del siglo XX por ser muy sabrosa y nutritiva, pero también asequible en época de escasez. Yo no os voy a explicar cómo hacer una receta de ramen auténtica, porque es complicada, laboriosa y requiere ingredientes difíciles de encontrar. Pero sí os diré cómo preparar una versión casera muy rica que admite un montón de opciones.

La base del ramen japonés es su caldo, muy aromático y que puede tener diferentes sabores según los ingredientes con que se prepare. Las recetas de caldos para ramen más frecuentes son:
-Shoyu: es un caldo de ave y verdura al que se añade salsa de soja espesa.
-Shio: es el caldo más ligero, de color casi transparente.
-Miso: es un caldo de pollo al que se incorpora pasta de miso.
Al caldo se le añade tare, una salsa elaborada a base de mirin, sake, miso y/ soja. Yo usaré un caldo de sabor suave mezclado con un poquito de salsa de soja.

Los men dan la mitad del nombre a este plato. Se trata de fideos de trigo tipo noodles que pueden tener distintos grosores y ser lisos o rizados. Se hacen con agua carbonatada, lo que aporta elasticidad a la masa. Junto a ellos se sirve el acompañamiento (gu) que combina huevo, carne o marisco, verduras, encurtidos, algas y/o naruto, unas rebanadas de pasta de pescado con una espiral rosa en el centro. Para dar más sabor, es frecuente añadir como topping unas hierbas, especias, aceite aromatizado, semillas o bonito seco en copos o escamas (katsuobushi).

Por supuesto, mi versión es una receta de ramen fácil que se adapta a ingredientes que se consiguen en cualquier supermercado. ¡Espero que te guste!

Tienen mala fama, pero pueden ser saludables y estar ricas. Las salchichas comerciales son un embutido que se suele preparar con las partes menos nobles de la carne y que contienen un alto porcentaje de grasa, por eso, la Organización Mundial de la Salud ha alertado acerca de los problemas que puede provocar su consumo habitual, al considerarlo carne procesada. Con esta receta de salchichas caseras, el peligro desaparece por completo porque las prepararemos con carne magra, huevo, ajo, cebolla y especias.

Una vez preparado el relleno de nuestras salchichas, sólo quedará formarlas de manera muy sencilla y cocinarlas al vapor o cocidas. Lo mejor de esta receta de salchichas es que una vez hechas, se pueden guardar en la nevera durante varios días y, en el momento en que vayamos a comerlas, sólo necesitaremos pasarlas por la sartén o el microondas para calentarlas. También pueden congelarse.

Las salchichas de pollo caseras admiten un montón de ingredientes para acompañar: tomate, lechuga (o cualquier otra hoja), cebolla o cebolleta, pepinillos, maíz... Además, podemos servirlas en plato o en un pan de perrito caliente. Eso sí, lo que no pueden faltar son las salsas: kétchup, mayonesa, mostaza, barbacoa... al gusto de cada uno.

¿Quieres sorprender con unas ricas salchichas de pollo caseras? A continuación te cuento cómo prepararlas paso a paso.

Los bizcochos de fruta son aromáticos y jugosos, pero este bundt cake de mandarina se lleva la palma. A diferencia de la mayoría, no lleva zumo, sino ralladura y la fruta entera, pelada y triturada. Eso le aporta una textura y aroma increíbles: huele y sabe a mandarina. Ah, si no tienes molde tipo bundt sigue leyendo, que puedes hacerlo en cualquier otro.

Hay muchas recetas de bizcochos que se aromatizan con ralladura de cítricos o llevan algo de su zumo en la masa, pero esta receta de bundt cake de mandarina es diferente. Para dar con el punto exacto he probado diferentes versiones, incluso una que recomendaba usar las mandarinas sin pelar. NO. Imposible. El amargor de la parte blanca de la cáscara hace imposible poder comerlo. La clave está en usar la cáscara, sí, pero rallando la parte naranja. Una vez pelada la fruta, se usa completa en la masa.

Si no sabes qué es un bundt cake, se trata de un bizcocho en forma de corona, con un agujero en el centro. Suelen hornearse en moldes con muchas aristas que les confieren un aspecto muy vistoso. Tienen una ventaja clara: la chimenea central del molde permite que la masa se hornee de manera homogénea, por lo que no queda reseco por el borde ni crudo por el centro.

A continuación te cuento cómo preparar este bizcocho de mandarina con glaseado y, si te apetece, puedes ver otras recetas de bundt cake y otros bizcochos tan ricos como éste.

Hoy preparamos una ensalada de quinoa, presentada en forma de timbal. La quinoa es una semilla, pero se la considera pseudocereal porque tiene características propias de los cereales. Se la califica como superalimento, porque además de su aportes en hidratos de carbono complejos, también contiene proteínas, lo que la convierte en un alimento muy completo.

La quinoa o quinua es un alimento fácil de preparar. Normalmente, se cuece y se preparan con ella todo tipo de platos. Es muy versátil y se puede incluir en salteados, como éste de quinoa con pollo y verduras o éste de quinoa con calabacín; ensaladas como el timbal de quinoa con hortalizas que cocinamos hoy; o incluso permite cocinar hamburguesas sin carne.

Las principales ventajas de esta receta de ensalada de quinoa es que admite casi cualquier ingrediente, que sólo hay que picarlos y que se puede preparar con antelación. Además, se pueden usar diversos aliños, desde la tradicional vinagreta a una mezcla de aceite de oliva y salsa de soja (sin poner vinagre ni sal) o una salsa de yogur, por ejemplo.

A continuación te explico cómo preparar paso a paso este timbal de quinoa con hortalizas. ¡Espero que te guste!

Las recetas de bocadillos y sándwiches no tienen por qué ser pesadas. Hoy traigo la prueba, un sándwich de verduras asadas que además de estar rico, es saludable. Para prepararlo he usado un pan integral con cereales completos y semillas, con más sabor que el pan blanco y mucho mejor para nuestra salud.

Cocinar verduras asadas no tiene más dificultad que lavarlas, cortarlas, aromatizarlas y colocarlas en una bandeja de horno o en una sartén amplia. Para mí es más cómodo hacerlas en el horno, pero se pueden preparar de las dos maneras. Yo he elegido algunas de mis verduras favoritas, pero puedes usar otras como berenjena, calabaza, espárragos, champiñones, tomate... En cualquier caso, hay que intentar trocearlas de forma que se cocinen en un tiempo similar. Lo ideal es ajustar el tamaño del corte para que queden homogéneas.

El mollete es un bollo de pan plano, de miga tierna y corteza suave. Típico de Andalucía, son famosos los de Archidona y Antequera (Málaga); los de Puerto Serrano y Algodonales (Cádiz), los de Espera (Cádiz) o los de Écija (Sevilla). Es típico tomarlo como pan de desayuno, abierto a la mitad, con aceite de oliva o manteca 'colorá' aunque a mí me encanta usarlo como pan de bocadillo.

El origen de los molletes podría estar en los panes ácimos hebreos, de tradición judeocristiana, usados antiguamente para celebraciones religiosas; o en los panes planos del mundo árabe (como chapati, lavash, naan, pita...).

La receta de mollete no es difícil, aunque sí algo laboriosa, ya que requiere períodos intermedios de levado que alargan su elaboración. El amasado no es un problema en este caso, pues se puede usar la técnica de pliegues y reposos; o usar una amasadora. En el paso a paso he incluido dos vídeos donde te explico cómo amasar una masa de pan y cómo bolear piezas de pan.

En esta ocasión he preparado un bocadillo con pan mollete, poniendo como relleno un chorrito de aceite de oliva virgen extra, un poco de tomate rallado y unas lonchas de jamón ibérico. ¿Qué le vas a poner tú a este pan tipo mollete?

Si estás aburrido de tus desayunos y meriendas, te propongo una idea que podrás modificar con mil y una opciones para que cada día sea diferente: galletas con mantequilla de cacahuete y frutas. Si buscas cuidarte, elige unas galletas integrales y con el mínimo azúcar añadido. Unta crema de frutos secos y añade trozos de fruta y unos copos de avena por encima.

Si no te apetece tomar galletas, puedes escoger como base una rebanada de pan, una tostada, una tortita o una rodaja fina de manzana, por ejemplo. En este caso yo he usado galletas de espelta (también puedes probar la receta casera de estas galletas). Para untar he usado crema de cacahuete, que me encanta. El queso cremoso o el yogur son opciones saludables.

Por encima, fruta. He usado arándanos y plátano, pero puedes ir variando en función de las frutas de temporada. Así no te cansarás de tomar siempre las mismas, las frutas estarán en su punto, tendrán un precio razonable y contribuiremos a cuidar un poquito el planeta. Por encima puedes poner unos copos de avena, pero si has untado queso, los frutos secos picados quedarán especialmente bien. También la fruta deshidratada es una buena opción en cualquier caso.

Si buscas una receta de picoteo saludable, prepara estas galletas con fruta y mantequilla de cacahuete.