Las pastas de té son pequeñas galletas elaboradas con masa sablé o sablé bretón, caracterizadas por su textura seca y friable, que se desmenuza fácilmente. Adoptan distintas formas y suelen ir decoradas con guindas, bañadas en chocolate o con trocitos de frutos secos adheridos, lo que les da diferentes sabores.
En este caso, la masa lleva una parte de frutos secos molidos a modo de harina que, junto a la maicena, dificulta el desarrollo del gluten y da un toque extra de sabor. Aunque no es imprescindible, la almendra en polvo ayuda a conseguir la textura típica de estas pastas de té.
Sin duda, la mejor compañía para estas pastas tradicionales es una infusión. Además de los tés más conocidos, la tila, la manzanilla o el poleo, cada vez es más habitual descubrir nuevos sabores gracias a las combinaciones de plantas y frutas, con y sin teína, lo que los hace ideales para tomar a cualquier hora.
¿Te animas a preparar esta receta de pastas de té? ¡Te van a encantar!
Receta de pastas de té
Ingredientes:175 gramos de mantequilla
90 gramos de azúcar glacé
1 huevo L
25 gramos de almendra en polvo
1 cucharadita de esencia de vainilla
Una pizca de sal
155 gramos de harina
135 gramos de maicena (fécula o almidón de maíz)
20 guindas
Cómo preparar paso a paso pastas de té
Corta en dados la mantequilla y deja que atempere. Cuando esté a temperatura ambiente (al presionar con el dedo, cede sin oponer resistencia), echa en un cuenco amplio y mezcla un poco con una varilla. Añade el azúcar glacé, la vainilla y la sal y bate con la varilla hasta integrar. Incorpora el huevo y la almendra molida y vuelve a mezclar hasta obtener una mezcla homogénea.
Mezcla la harina y la maicena y tamiza sobre la masa. Con una espátula, mezcla lo justo para integrar.
Echa la masa en una manga con boquilla grande (la mía, rizada) y prepara dos bandejas con papel de horno o un tapete de silicona. Forma las pastas con la manga. Parte las guindas por la mitad y coloca en el centro. Mete la bandeja durante una hora en la nevera.
Precalienta el horno a 170ºC con aire (o 175ºC sin aire) y mete la bandeja de pastas a media altura. Hornea unos 10 minutos, saca y deja reposar hasta que se enfríen, porque son delicadas y se pueden romper.
Mezcla la harina y la maicena y tamiza sobre la masa. Con una espátula, mezcla lo justo para integrar.
Echa la masa en una manga con boquilla grande (la mía, rizada) y prepara dos bandejas con papel de horno o un tapete de silicona. Forma las pastas con la manga. Parte las guindas por la mitad y coloca en el centro. Mete la bandeja durante una hora en la nevera.
Precalienta el horno a 170ºC con aire (o 175ºC sin aire) y mete la bandeja de pastas a media altura. Hornea unos 10 minutos, saca y deja reposar hasta que se enfríen, porque son delicadas y se pueden romper.
→ Los frutos secos no son imprescindibles, pero ayudan a que las pastas tengan su textura tradicional, que se desmenuza con facilidad. Si no los quieres usar, sustitúyelos por el mismo peso de maicena o de harina.
→ Las guindas no son imprescindibles. Puedes no ponerlas o sustituirlas por una almendra, por ejemplo.
Fuente: My European Cakes
Esta receta de pastas de té está hecha en colaboración con Royal Tips Tea, una marca de tés exclusivos e infusiones, que se comercializan a través de su tienda on line. Ofrecen finísimos tés puros artesanales llenos de sabores únicos, totalmente naturales, siempre de la más alta calidad, provenientes directamente de los países de origen.
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5 comentarios
Me encanta la receta, creo que a partir de ahora voy a seguirte en todas :)
ResponderEliminarSi quereis pasaros en cookslow.es, a ver si os gusta tambien. Gracias!
Bienvenida Mónica :) Y me paso a visitarte. Un abrazo.
EliminarQué ricas! Tienen una pinta buenísima :)
ResponderEliminarMuchas gracias, es de esos dulces clásicos que siempre triunfan :)
EliminarLa verdad es que las pastas de té tienen una pinta estupenda. Este tipo de dulces son estupendos para la merienda, o para cuando tenemos invitados en casa. Además, lo mejor de todo esto es acompañarlo con una infusión calentita, llena de sabor y dulzura. Por suerte, hay tanta variedad de infusiones con sabores diferentes, que es imposible no encontrar la que más te guste.
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