Uvas con queso, saben a beso. O al menos eso dice el dicho. Sepan a beso o no, la verdad es que son sabores que combinan muy bien. En este caso van de la mano en un aperitivo que también puede servir como prepostre: el plato que se ubica después del principal y antes del postre, para cambiar el sabor del paladar antes de empezar con el dulce.
Esta receta de tarta de queso salada no es la primera que publico, en el blog ya hay un cheesecake de tomates cherry y mostaza. Pero en esta ocasión lleva un toque dulce: el que aportan las uvas y la glasa. El resultado es equilibrado, también el juego de texturas: la base migosa, el relleno suave, el crujiente de las nueces y la jugosidad de la fruta.
Si no te apetece desmoldar y partir en trozos o crees que se te va a romper, puedes usar moldes individuales para montar este cheesecake salado. Vigila que sean aptos para hornear y listo. Para mí es muy cómodo preparar recetas de aperitivos en formato de tapa o de bocado.
¿Quieres probar un plato diferente? Da una oportunidad a esta receta de tarta de queso con con uvas y nueces, te sorprenderá la combinación de sabores y texturas.