A veces lo más sencillo es lo que mejor funciona, tal como ocurre con esta receta de ensalada. Se prepara en segundos, lo que tardamos en llenar un bol con nuestra mezcla de lechugas y hojas favoritas, un buen puñado de frutos secos, de frutas deshidratadas y un aliño diferente. Porque si hay algo que cansa es comer distintas ensaladas y que sepan siempre igual.

Es la ensalada de acompañamiento perfecta y puede cambiar de sabor simplemente cambiando las hojas verdes que usemos de fondo: lechuga, hoja de roble, canónigos, rúcula, escarola, mezcla de brotes... o el sabor de la mermelada que aromatiza la vinagreta. Pequeños detalles que marcarán la diferencia.

Puedes poner los frutos secos y frutas deshidratadas que más te gusten. Si quieres algo básico, hay combinaciones que funcionan muy bien, como pistachos y arándanos, nueces y pasas, almendras y dátiles... Incluso puedes poner pipas y semillas o trocitos de carne de membrillo. Y si lo prefieres, puedes escoger una mezcla ya hecha, como estas, pero asegúrate de que están crudos o tostados (no fritos) y que no llevan sal añadida.

¿Quieres enriquecer esta receta de ensalada de frutos secos y frutas deshidratadas? Añade unas lascas de queso curado, estilo manchego o parmesano, verás qué buena combinación.

Receta de ensalada de frutos secos y frutas deshidratadas

Ingredientes (para 2 personas):
-Para la ensalada:
75 gramos de brotes tiernos, canónigos, rúcula, lechuga...
2-3 cucharadas de frutos secos picados (en este caso, nueces pecanas, cacahuetes y anacardos)
1 cucharada de fruta deshidratada picada (en este caso, arándanos rojos y cerezas)

-Para el aliño:
1 pizca de sal
2 cucharaditas de vinagre
1 cucharada de mermelada
2 cucharadas de aceite de oliva

→ Si las hojas están un poco mustias, antes de empezar mételas en agua muy fría o con hielo para que se pongan tersas. A continuación, escurre y seca muy bien. Si tienes centrifugadora, quedarán perfectas.

→ Trocea los frutos secos y las frutas deshidratadas a tu gusto. Los cacahuetes se pueden partir por la mitad, pero nueces o anacardos pueden quedar demasiado grandes.

→ Escoge frutas deshidratadas sin pepitas o quítaselas. Cuidado, por ejemplo, con las pasas, las ciruelas o los dátiles.

→ ¿Por qué aliñamos solo las hojas? Para que se impregnen bien antes de incorporar los frutos secos y las frutas deshidratadas. Al ser trozos pequeños y pesados, si mezclamos tenderán a irse al fondo.

→ Si vas a hacer la ensalada con antelación, deja las hojas lavadas y secas en el cuenco y guarda aparte el aliño (en un tarrito de cristal para emulsionar antes de aderezar) y los frutos secos y frutas deshidratadas ya picados. En el momento de servir solo tendrás que agitar el aliño, verter por encima y añadir la picada.

→ Puedes acompañarla con algún panecillo crujiente con semillas.

Esta receta de ensalada de frutos secos y frutas deshidratadas está hecha en colaboración con Snatts de Grefusa, la gama más saludable de aperitivos y snacks al horno, con cereales, legumbres y frutos secos.