El pan de muerto es una receta dulce típica de la gastronomía mexicana que se prepara entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre por la festividad de difuntos. Se elabora con una masa tipo brioche, hecha a base de leche, huevos, levadura, azúcar y mantequilla, cuyo sabor y textura se asemejan a nuestro roscón de Reyes o a los bollos suizos.
Originario de la América prehispánica, la receta de pan de muerto se elabora con una curiosa forma que tiene un significado: en la parte inferior, un círculo que representa el ciclo de la vida y la muerte; sobre él, se cruzan cuatro huesos o canillas que señalan los puntos cardinales y se dedican a los dioses Tezcatlipoca, Tláloc, Quetzalcóatl y Xipetotec; por encima, coronando el conjunto, una bolita que simboliza el cráneo. Además, el agua de azahar con el que se aromatiza recuerda a los fallecidos.
En origen, este pan dulce se tomaba tal cual, pero actualmente hay quien lo parte longitudinalmente y lo rellena de nata, dulce de leche, chocolate... Para acompañar el pan de muerto, nada como un chocolate caliente, que en México preparan simplemente diluyendo chocolate en agua o, a veces, en leche.
¿Te apuntas a honrar a tus antepasados con esta deliciosa receta de pan de muerto? Viaja hasta México a través de sus sabores tradicionales.