Preparar pan casero provoca una de las mayores satisfacciones al cocinar. Ver la evolución de la masa, más suave y lisa cada vez; los levados, que parecen magia; y cómo crece en el horno, junto al olor que desprende, es una experiencia indescriptible, sobre todo las primeras veces. En esta ocasión hacemos panecillos de hamburguesa, tiernos, esponjosos y con el punto crujiente de las semillas de sésamo.
Esta receta de panes de hamburguesa es bastante sencilla. No lleva fermento previo y la masa se prepara mezclando todos los ingredientes hasta formar una bola. Lo único que necesitamos es tener paciencia para respetar los levados y un poquito de maña para formar cada pan de hamburguesa. Pero, como siempre, os explico todo paso a paso y con fotografías, para que no haya despistes.
Lo mejor es que estos panes de hamburguesa se pueden hacer del tamaño que queramos y también con la misma masa, podemos hacer pan de perrito caliente. Luego, los podemos rellenar con nuestra hamburguesa favorita y los ingredientes que más nos gusten: lechuga, tomate, cebolla, pepinillos, queso, bacon, kétchup, mostaza, mayonesa...
¿Te animas a meter las manos en la masa y preparar esta receta de panecillos de hamburguesa caseros?
Receta de panes de hamburguesa
Ingredientes (para 8-10 panecillos):125 gramos de agua
1 huevo
150 gramos de leche
25 gramos de aceite de oliva suave o manteca de cerdo
10 gramos de sal
500 gramos de harina de fuerza
10 gramos de levadura fresca de panadería (o 3,3 gramos de levadura seca)
20 gramos de azúcar
Semillas de sésamo para espolvorear
Cómo hacer panes de hamburguesa paso a paso
Si lo haces con Thermomix, pon en el vaso el huevo, la leche, el agua, el aceite y la sal. Programa 1 minuto, a 37°C, velocidad 3.
Si lo haces con amasadora, calienta el agua durante unos segundos en el microondas y vierte en el cuenco de la amasadora. Añade el huevo, la leche, el aceite (o la manteca) y la sal y bate con la pala a velocidad media-baja durante 2-3 minutos hasta que esté bien mezclado.
Si lo haces a mano, calienta el agua durante unos segundos en el microondas y vierte en un cuenco amplio. Añade el huevo, la leche, el aceite y la sal y mezcla de nuevo.
Si lo haces con Thermomix, añade la harina, la levadura y el azúcar. Programa 20 segundos, velocidad 3. Programa a continuación 5 minutos, velocidad espiga.
Si lo haces con amasadora, añade la harina, la levadura y el azúcar y bate con la pala a velocidad media hasta integrar. A continuación, amasa con el gancho durante 7-8 minutos, hasta que la masa esté lisa y fina.
En cualquiera de los casos, forma una bola con la masa. Unta con aceite de oliva un cuenco amplio y ponla en su interior. Estira la masa de las puntas y une en el centro, presionando para que se adhiera. Cubre con film transparente y deja reposar.
Prepara una bandeja cubierta con papel de horno o un tapete de silicona. Cuando la masa haya doblado su volumen (en mi caso tardó una hora y media, aunque depende de la temperatura), vierte en la encimera y presiona con los dedos para quitar el aire. Divide en porciones de unos 90 gramos. Coge una pieza, pliega las puntas hacia el centro, gira para dejar las puntas hacia abajo y bolea (consiste en girar una bola sobre sí misma) suavemente, sin dar demasiada tensión. Cuando estén listos, aplasta un poquito con la palma de la mano para que queden más planos y coloca sobre la bandeja. Cubre con un paño limpio y deja levar de nuevo. Los panecillos estarán listos cuando la masa se haya hinchado y esté blandita. Si no fermenta lo suficiente, se rajará en el horno.
Precalienta el horno a 220°C, con calor arriba y abajo sin aire. Cuando los panecillos hayan doblado su volumen (una hora más o menos, a temperatura templada), pincela con agua y reparte semillas de sésamo por encima. Baja el horno a 200ºC, pulveriza el interior con agua y mete la bandeja de panecillos a media altura. Hornea durante unos 20 minutos, hasta que estén dorados por encima. Si se doran muy pronto, cubre con papel de aluminio.
Si lo haces con amasadora, calienta el agua durante unos segundos en el microondas y vierte en el cuenco de la amasadora. Añade el huevo, la leche, el aceite (o la manteca) y la sal y bate con la pala a velocidad media-baja durante 2-3 minutos hasta que esté bien mezclado.
Si lo haces a mano, calienta el agua durante unos segundos en el microondas y vierte en un cuenco amplio. Añade el huevo, la leche, el aceite y la sal y mezcla de nuevo.
Si lo haces con Thermomix, añade la harina, la levadura y el azúcar. Programa 20 segundos, velocidad 3. Programa a continuación 5 minutos, velocidad espiga.
Si lo haces con amasadora, añade la harina, la levadura y el azúcar y bate con la pala a velocidad media hasta integrar. A continuación, amasa con el gancho durante 7-8 minutos, hasta que la masa esté lisa y fina.
Si lo haces a mano, añade la harina, la levadura y el azúcar y mezcla hasta formar una bola. Deja reposar 10 minutos y amasa hasta obtener una masa lisa y fina. Si no quieres o no sabes amasar, agarra un lado de la masa suavemente, estira un poco y dobla sobre sí misma. Gira el bol 90 grados y repite la operación hasta dar una vuelta completa. Deja reposar 15 minutos y repite los plegados. Esto habrá que hacerlo 4-5 veces, hasta que la masa esté lisa y fina.
Prepara una bandeja cubierta con papel de horno o un tapete de silicona. Cuando la masa haya doblado su volumen (en mi caso tardó una hora y media, aunque depende de la temperatura), vierte en la encimera y presiona con los dedos para quitar el aire. Divide en porciones de unos 90 gramos. Coge una pieza, pliega las puntas hacia el centro, gira para dejar las puntas hacia abajo y bolea (consiste en girar una bola sobre sí misma) suavemente, sin dar demasiada tensión. Cuando estén listos, aplasta un poquito con la palma de la mano para que queden más planos y coloca sobre la bandeja. Cubre con un paño limpio y deja levar de nuevo. Los panecillos estarán listos cuando la masa se haya hinchado y esté blandita. Si no fermenta lo suficiente, se rajará en el horno.
Precalienta el horno a 220°C, con calor arriba y abajo sin aire. Cuando los panecillos hayan doblado su volumen (una hora más o menos, a temperatura templada), pincela con agua y reparte semillas de sésamo por encima. Baja el horno a 200ºC, pulveriza el interior con agua y mete la bandeja de panecillos a media altura. Hornea durante unos 20 minutos, hasta que estén dorados por encima. Si se doran muy pronto, cubre con papel de aluminio.
Cuando estén listos, saca y traslada a una rejilla para que se enfríen.
Cuando estén bien fríos pueden comerse tal cual, tostados (abiertos a la mitad) o congelarse envueltos en dos capas de film transparente.
Trucos y consejos para preparar panes de hamburguesa perfectos
→ Es importante respetar los tiempos de levado para que los panecillos queden tiernos y esponjosos.
→ Si te gustan los panes muy blanditos, precalienta el horno a 200ºC y baja a 180ºC al meterlos. Si te gustan con algo más de corteza, tendrás que precalentar a 220ºC y bajar a 200ºC al meterlos. Ten en cuenta que cada horno es un mundo y tendrás que ir probando cómo funciona el tuyo.
→ Usa un cuchillo de sierra para abrir los panes, así no se romperán. Si no tienes un cuchillo panadero, puedes usar el típico dentado para la carne.
→ Hacer hamburguesas caseras es muy fácil, te dejo una receta de filetes rusos rellenos de queso y otra de hamburguesas de quinoa. También puedes usar estos panecillos para rellenarlos de guacamole y sardinillas o con tus ingredientes favoritos.
→ Si prefieres puedes hacer la misma masa y darle forma de perrito caliente y preparar salchichas caseras de pollo.
→ Receta original de Webos fritos.
1 comentarios
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Tienes alguna duda? ¿Quieres preguntarme algo o dejar algún mensaje? ¡Hazlo aquí! Me encantará leerlo y responderte.