La merluza en salsa verde, también llamada merluza a la vasca, merluza a la donostiarra y merluza a la koskera es un guiso de la cocina tradicional del País Vasco que preparó por primera vez doña Plácida de Larrea en mayo de 1723, tal y como ella misma explicó a una amiga en una carta.


Lo cuenta Luis Antonio de Vega en 'Viaje por la cocina española' (1969). Ella la hizo "en una salsa verde con abundantes perejiles, adornándola con espárragos que le habían sido enviados de Tudela, chirlas y una docena de gordos cangrejos pescados en aguas del Ibaizábal". Dice que "la merluza debe ser pescada en lancha y con anzuelo, guisada y servida en cazuela de barro" y que su marido, Zenón de Achalandabaso, añadió como aportación usar en el guiso "un vino blanco, ligeramente dulce". Al parecer, posteriormente en Guipuzcoa sustituyeron las chirlas y los cangrejos por almejas.

¿Te animas a preparar esta receta de merluza en salsa verde con almejas?

Hacer carne a la plancha es una de las formas más saludables y rápidas de cocinarla. Pero las sartenes no siempre son el mejor utensilio para prepararla, por su tamaño y la forma en que distribuyen el calor, sobre todo cuando se trata de piezas grandes o, como en este caso, de brochetas de pavo, cuyos palos dificultan la tarea. Por eso la plancha o grill es una buena herramienta: tienen una superficie amplia y admiten piezas diferentes a las que se puede dar el tiempo que necesitan.

Hay muchos tipos de planchas para cocinar, pero hay que conocerlas para elegir bien. Una de mis favoritas es este grill de bambú, cuya parrilla va dentro de una estructura de madera. Eso hace que sea más segura, porque el bambú protege del calor. Me gusta porque tiene suficiente potencia (1.800 W) para cocinar los alimentos en pocos minutos; por su superficie dividida, con una parte lisa y otra rallada para hacer diferentes tipos de alimentos a la vez; y porque se limpia de forma sencilla, incluso pasando un papel absorbente. Destaca el doble revestimiento antiadherente de la plancha, que es de aluminio. ¿Te gustaría tener una? Lee el post hasta el final.

Aunque puedes comprar la carne adobada, prefiero adobarla yo en casa. Me gusta controlar las especias que pongo para que queden a nuestro gusto y, sobre todo, evito conservantes y colorantes artificiales. Gracias al adobo, podrás hacer brochetas de pavo y nadie echará de menos carnes más sabrosas como el cerdo o el cordero. Además, las verduras aportan un toque crujiente y fresco.

¿Te animas a preparar esta receta de brochetas de pavo y verduras al grill?

Hacer mermelada casera me encanta porque permite saber exactamente qué lleva y hacerla a mi gusto. Llevaba tiempo probando opciones para reducir la cantidad de azúcar y por fin he dado con la clave para prescindir por completo: usar semillas de chía que, al hidratarse, espesan la mermelada y le dan una textura parecida a la tradicional y un punto crujiente similar al de las pepitas de la propia fresa. Puedes preparar esta mermelada saludable con otras frutas como el melocotón, la ciruela, el albaricoque, las frutas del bosque...

Es importante tener en cuenta que la mermelada sin azúcar no dura tanto tiempo como las tradicionales porque es el azúcar quien actúa como conservante y, en este caso, prescindimos de él. Lo bueno es que se prepara en 15 minutos, así que podremos hacer sin pereza la cantidad que vayamos a consumir en unos 10 días, que es el tiempo en que se conserva perfectamente en la nevera.

Las semillas de chía son fuente de fibra soluble y contienen antioxidantes, también ácidos grasos lioléicos omega 3, calcio y proteínas. Una de sus particularidades es que, cuando las mezclamos con líquidos -en este caso, el jugo de las fresas-, absorben hasta 10 veces su volumen y se recubren de un gel (mucílago) que, en el estómago, aporta sensación de saciedad y ayuda a regular el nivel de azúcar en sangre.

¿Te animas a preparar esta receta de mermelada saludable sin azúcar? Fácil de hacer, rica y sana.

Las patatas Hasselback nacieron a mediados del siglo XX de la mano de Leif Elisson, aprendiz de cocinero en el restaurante Hasselbacken de Djurgården (Suecia). Se trata de una receta de patatas asadas en láminas que se condimentan y pueden ir cubiertas o rellenas de otros ingredientes. También conocidas como patatas a la Hasselbacken, son una guarnición perfecta para carnes y pescados.

¿Te apetece probar esta receta de patatas hasselback con queso cheddar y bacon?

Me encanta probar platos y sabores propios de otros países, experimentar con nuevos ingredientes y viajar desde la cocina. Esta receta de glass noodles con verduras y sésamo seguro que se parece poco a la cocina oriental original, pero en casa nos encanta y quería compartirla con vosotros porque es muy fácil de hacer y queda muy rica.


Los glass noodles (fideos de cristal, hilos de soja o fideos celofán) son tallarines asiáticos de almidón vegetal, secos, finos y transparentes. Se venden en madejas y al cocerlos se vuelven muy flexibles e incoloros. Si nunca los has probado, es el momento. Puedes comprar fideos de cristal en muchos supermercados y no te olvides de la salsa de soja, que dará sabor oriental al plato.

Una de las ventajas de los glass noodles es que no tienen gluten, por tanto, son aptos para celíacos. También hay variedades de salsa de soja sin gluten, como la tamari. En este caso he elegido pimientos, cebolla y sésamo para acompañar a los fideos, y os aseguro que no necesitan nada más. Pero admiten muchas otras hortalizas, también trozos de carne o marisco. Puedes ver la receta de glass noodles con champiñones y gambones, por ejemplo.

¿Te animas a preparar esta receta de glass noodles con verduras y sésamo?

El encurtido es una técnica de cocina que sirve para conservar alimentos en vinagre, normalmente hortalizas, evitando que se desarrollen microorganismos que estropearían el alimento. Lo habitual es rebajar el vinagre con agua, desde un tercio hasta mitad y mitad (menos no, o la conservación no será correcta). Para dar sabor, se pueden añadir diversas especias.

En este caso, vamos a preparar pepinillos encurtidos, más conocidos como pepinillos en vinagre, aunque con la misma técnica podríamos encurtir cebollitas, guindillas, pimientos o remolacha, entre otros. Además de comer los pepinillos en vinagre solos -quedan genial en el aperitivo o en una tabla de encurtidos-, puedes usarlos para dar sabor a untables, ensaladas, sándwiches (prueba el de queso batido con salmón), bocadillos, hamburguesas...

Preparar conservas caseras es muy sencillo, no solo estos pepinos encurtidos, también mermeladas de frutas y hortalizas o escabeches, que prolongan la vida de carnes y pescados. Lo fundamental es escoger productos de temporada, que estén en su mejor momento (serán, también, más baratos).

¿Te animas a preparar esta receta de pepinillos en vinagre?