Los gofres auténticos son una masa abizcochada que se cuece en la gofrera, el aparato que les da nombre. Pero para amortizar este electrodoméstico, se puede hacer un aperitivo tan rico y sencillo como estos gofres de queso, que realmente de gofre solo tienen la curiosa forma que les da la máquina.
En realidad se trata de trozos de queso cheddar empanados y tostados en una gofrera, que amolda el queso a sus huecos y hace que adquiera esta forma tan característica. Quedan crujientes por fuera y fundentes por dentro, por eso es imprescindible que los tomemos recién hechos, cuando aún están bien calientes.
Por supuesto, se pueden tomar solos, pero quedan muy bien acompañados con confituras vegetales, como la mermelada de tomate o mermelada de pimiento rojo; también con membrillo o con un poco de ensalada. Estos gofres pueden ser pequeños aperitivos o completar una cena.
Si en casa sois ratoncillos, no dejes de preparar esta receta de gofres de queso.