El hummus (o houmous, 'garbanzo' en árabe) es una crema, puré o paté de garbanzos y sésamo, típica de Oriente Próximo y el Mediterráneo oriental. En países como Turquía, Grecia, Líbano o Siria es muy popular, aunque en cada uno de estos lugares se prepara según la variedad local. En este caso no he cocinado la receta de hummus clásico, sino un hummus de zanahoria en el que parte de los garbanzos se sustituyen por zanahoria asada.

El hummus casero es una buena forma de consumir más legumbres y hacerlo de forma saludable durante todo el año, porque se toma frío; o a la hora de la cena, cuando solemos prescindir de las legumbres porque las asociamos a platos pesados. Por cierto, también se puede versionar con calabaza, remolacha, pimiento, aceituna... con muy buen resultado. Yo suelo servir varios cuencos con hummus, patés, guacamole, tapenade o tzatziki.

¿Te animas a preparar esta receta de hummus de zanahoria?

Las bolas de queso son un aperitivo rico y muy resultón que admiten muchas variaciones: desde el tipo de queso hasta los ingredientes que añadimos, pasando por la cobertura. Pero, además, pueden presentarse en grande, como os expliqué en la receta de bola de queso con nueces y pasas, o en formato individual, como en este caso, ideal para ir picando con la mano.

Es verdad que hacer las bolitas de queso pequeñas da más trabajo que hacer una única bola de la que todos irán comiendo, pero según la ocasión, merece la pena presentarlas en este formato individual. Yo suelo hacerlas así en Navidad u ocasiones especiales. Por cierto, si quieres que la sorpresa sea aún mayor, puedes incluir algo en el centro de las bolitas, en este caso, un pistacho entero o un arándano sin partir, por ejemplo.

¿Te animas a preparar esta receta de bolitas de queso con pistachos y arándanos?

El rösti es un plato típico de la cocina suiza y hay quienes lo consideran su plato nacional. Son una especie de tortitas de patata a las que se pueden añadir otros ingredientes como cebolla, queso, panceta, manzana o hierbas aromáticas frescas. Tradicionalmente se freían en manteca y formaban parte del desayuno de los agricultores, pero hoy traigo una versión más saludable hecha casi a la plancha con un poquito de aceite de oliva y con una acompañante perfecta: la salsa alioli.

Hay una curiosa polémica acerca de si la receta de rösti se cocina con patatas crudas o cocidas. Al parecer, si va a ser un acompañamiento de un plato con salsa, se usan patatas cocidas para que se impregnen mejor; pero si se van a tomar solas se preparan con patatas crudas. Yo me salto esta polémica y cuezo las patatas pero poquito, de forma que quedan semicocidas. Los motivos: se rallan mejor que las cocidas (que se deshacen y es difícil que queden bien) y, a la vez, tardan mucho menos en cocinarse en la sartén que las crudas.

Los röstis de patata son ideales como acompañamiento para carnes y pescados, pero también para un picoteo, sobre todo si no se hacen demasiado grandes (algunos se cocinan ocupando toda la sartén, como nuestra tortilla de patata). Hay platos muy similares en Francia, donde reciben nombres diversos en cada región (crique, paillasson, milhassou...), y también son muy típicas de la cocina judía centroeuropea, donde las llaman latkes y las comen en Hanukkah o Janucá (la fiesta del solsticio de invierno).

Solas o como guarnición, ¿cómo vas a servir esta receta de tortitas de patata con queso?

¿Te aburren la crema de verduras? ¿No sabes qué hacer para que resulte apetecible? Te voy a dar algunos consejos para que triunfes con ellas. El primero, no eches a la cazuela todas las verduras medio pochas que tengas por la nevera. Si lo hacer, el puré no tendrá un sabor definido. Además, solo cocinarás 'crema de verdura', en genérico, con la amplia variedad que hay y que puede solucionarte varias comidas o cenas a la semana. Hay que saber elegir y combinar no más de tres o cuatro verduras u hortalizas. En este caso, setas y coliflor se llevan muy bien.

Por último, te recomiendo añadir especias y guarnición. Aderezar un plato con unas especias u otras puede hacer que cambie totalmente su sabor. En este caso, el romero acentúa el sabor a monte de las setas. La guarnición es fundamental para acompañar las recetas de cremas de verduras, porque permiten introducir otras texturas y/o sabores. Además, una buena guarnición puede convertir una crema en plato único.

¿Te apetece probar esta receta de crema de coliflor y setas asadas? Prepárala y no olvides enseñarme el resultado. Y si quieres, puedes ver otras recetas de cremas de verduras.