Las albóndigas (o albondiguillas, que diría mi abuela) son bolitas de carne fritas que se cocinan de mil y una formas. En esta ocasión te explico cómo preparar las albóndigas rellenas de queso. He usado un cheddar tierno y quedan muy jugosas por dentro. Además, son ideales para los peques a los que les cuesta masticar o se les 'hace bola'.

En esta ocasión, las he acompañado de salsa de tomate, que puede ser casera o comprada, agilizando mucho el cocinado. En menos de 30 minutos puedes tener la receta de albóndigas lista para comer. Además, se pueden preparar con antelación y aguantan perfectamente 4 o 5 días en la nevera, dentro de un recipiente hermético.

Las albóndigas con tomate combinan genial con un poco de pasta cocida, especialmente con espaguetis o tallarines. Si te animas, prueba a preparar pasta fresca y verás qué diferencia. También puedes servir estas albóndigas rellenas con arroz blanco o con unas patatas fritas cortadas en cubitos.

¿Te animas a probar esta receta de albóndigas rellenas de queso en salsa de tomate?

El trifle (o triffle) es un postre inglés que alterna distintas capas de ingredientes dulces y que, normalmente, se sirve en una fuente de cristal para que se aprecien. Suele combinar alguna masa horneada, fruta, crema, nata, pero también a veces gelatina y licor. Una vez hecho, se deja enfriar.


Parece que, en origen, fue una receta de postre que surgió para aprovechar restos de bizcocho seco o galletas rotas, al que se añadía algún líquido o se empapaba en gelatina para que, al enfriarse, cuajara. Poco a poco fue evolucionando y se incorporaron cada vez más productos diferentes, hasta terminar con una capa de crema o nata decorada.

En mi caso, es el comodín al que recurro cuando necesito un postre rápido. En apenas diez minutos está listo y se puede adaptar a lo que tengas en la nevera o la despensa. Y otro punto a su favor: es tan versátil que admite casi de todo y, en función de la temporada, se puede poner una u otra fruta.

¿Te animas a preparar esta receta de trifle de fresas?