Si buscas un aperitivo para una ocasión especial, tienes que probar estos milhojas de jamón con crema de tomate asado. Aunque puedan parecer complicados, si lees el paso a paso, verás que no lo son. Es un entrante fácil, muy vistoso y riquísimo, sobre todo si eliges un buen jamón. Yo he usado jamón de Guijuelo.
La masa filo o pasta filo son hojas finísimas, casi transparentes, que se usan superpuestas, a modo de hojaldre, en la cocina mediterránea de la zona oriental (Medio Oriente, Magreb, Grecia, Turquía y los Balcanes). Aunque parece difícil de manejar, solo requiere un poco de agilidad para que no se seque. Además, en este caso no hace falta que las dobleces queden perfectas, solo queremos que nuestras milhojas tengan un poco de volumen.
Respecto a la crema de tomate asado, verás que sale más cantidad de la que necesitas. Sería difícil ajustar las cantidades para estas milhojas de jamón, así que puedes aprovechar para servirla como paté vegetal o DIP con palitos de pan o crudités de hortalizas. Elige tomates que no estén demasiado maduros, para que tenga la consistencia adecuada.