El rape es un pescado de carne muy apreciada, blanca y sin espinas, lo que lo convierte en ideal para niños o personas que no quieren encontrarlas. Se trata de una especie con muy bajo índice de grasa, que cuenta con proteínas de alto valor biológico y cuya carne es muy digerible.
Existen tres tipos de rape diferentes: negro, rosado y blanco. Para distinguirlos, hay que fijarse en el interior de su barriga, ya que es exactamente igual por fuera. El más valorado es, sin duda, el rape negro, especialmente el gallego, que se captura por flota de bajura y que llega muy fresco a puerto. El rape negro gallego es mi favorito, no solo destaca por su sabor, también es el que menos mengua a la hora de cocinarlo.
Hay que tener en cuenta que la cabeza del rape supone casi la mitad de su peso total, aunque con esta parte y su hueso central se puede hacer una sopa de pescado espectacular. Para esta receta de rollitos de rape usaremos la parte más ancha de la cola. Potenciaremos su sabor usando una pasta de tomate seco y envolviendo el conjunto con jamón.
¿Te animas a probar esta receta de rollitos de rape con tomate seco y jamón?