¿Sabes qué es un buddha bowl? Se trata de un plato combinado repleto de alimentos de origen vegetal que, al parecer, tiene su origen en las comidas de los monjes budistas, que recorrían los pueblos aceptando la comida que le daban sus habitantes, por lo que aunaban en un único plato una gran variedad de alimentos.
Se trata, por tanto, de un plato único saludable y equilibrado que admite verduras, legumbres, frutos secos, semillas, frutas… aliñados con aderezo o salsa al gusto, para potenciar los sabores. Suele ser muy colorido y apetecible y se puede tomar frío o templado.
La proporción de ingredientes debe ser: dos partes de vegetales, una parte de alimentos ricos en hidratos de carbono y una parte de alimentos con proteína. Deja volar la imaginación para lograr las mejores combinaciones de buddha bowl, ten en cuenta lo que tienes en la nevera y en la despensa e incluye alimentos de temporada.
¿Te animas a probar esta receta de buddha bowl?
Receta de buddha bowl
Ingredientes (para dos personas):150 gramos de garbanzos cocidos
150 gramos de tofu o seitán1 tomate
1 zanahoria
1 puñado de canónigos
100 gramos de calabaza
1/4 de cebolla
30 gramos de frutos secos (puse nueces y anacardos)
Aceite de oliva
Vinagre
Sal
Pimienta negra molida
Cómo preparar paso a paso un buddha bowl
Corta en daditos la calabaza y pica la cebolla. Saltea o asa.
Parte el seitán o tofu en trozos y cocina a la plancha. Añade un poco de salsa de soja para darle sabor.
Trocea el tomate, parte la zanahoria y lava y seca los canónigos.
Prepara el aliño, reparte todos los ingredientes en los cuencos y adereza.
Sirve inmediatamente. Si no lo vas a comer en el momento, guarda con el aliño por separado.
Trucos y consejos para cocinar un buddha bowl perfecto
→ Para obtener proteína, añade a tu cuenco: tofu, seitán, tempeh, soja texturizada... Aunque deben tener preferencia los alimentos de origen vegetal, puedes adaptarlo a tu gusto y completar con huevo duro, dados de pollo o pavo a la plancha, cubos de salmón, trocitos de atún fresco o algún queso.
→ Poniendo legumbres consigues tanto hidratos como aporte de proteínas. Recuerda que, además de los garbanzos, las lentejas y las alubias, también son legumbres los guisantes, las habas, los edamame, los cacahuetes...
→ Combina diferentes verduras y hortalizas para conseguir contraste de texturas y sabores. También puedes usar algunas crudas y otras cocinadas.
→ También tienen cabida los brotes y las semillas.
→ Puedes incluir un pequeño cuenco con algún untable como: hummus, guacamole, tzatziki, paté de avellanas y tomate seco o baba ganoush.
→ Usa salsas como la soja, y alegra tu vinagreta con un toque de mostaza, de mermelada o de tahini.
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