La tarta Red Velvet es un clásico de la repostería americana que ha tenido tal éxito que ha derivado en otras preparaciones como estas galletas Red Velvet. Esta combinación nace a principios del siglo XX, hacia 1920, y su nombre se debe a su maravillosa textura aterciopelada y a su intenso color rojo, entonces provocado por la reacción química del cacao con el ácido del vinagre, usado junto al bicarbonato para que subiera en el horno. Hoy, el color se logra con colorante alimentario, porque el cacao está cada vez más procesado y ya no provoca esa reacción.
Esta versión de cookies Red Velvet queda genial: su sabor combina el chocolate y la vainilla, ambos de manera sutil; y tienen una textura ligeramente crujiente por fuera y abizcochada en su interior. Los chips de chocolate blanco quedan dorados y cremosos. Además, puedes unir dos galletas por su parte inferior pegando con crema de queso y chocolate blanco. ¡Es resultado es maravilloso!
Las galletas Red Velvet, como todas las recetas de cookies, tienen mucho de ciencia, pero no hace falta saber física y química para conseguir que queden perfectas. Lo importante es pesar bien los ingredientes, que sean de calidad, que estén a temperatura ambiente y seguir fielmente el paso a paso. No necesitaremos saber más, aún así en trucos y consejos te cuento algunas claves.
¿Te animas a probar esta receta de galletas Red Velvet?
Receta de galletas Red Velvet
Ingredientes (para unas 14 galletas grandes):100 gramos de azúcar blanco
50 gramos de azúcar moreno
125 gramos de mantequilla sin sal
1 huevo M
1 cucharadita de vainilla
180 gramos de harina
3/4 cucharadita (5 gramos) de bicarbonato
1/4 cucharadita de sal
1 cucharada de buttermilk (o de leche con unas gotas de limón)
20 gramos de cacao puro en polvo
1 cucharadita de colorante rojo en gel (opcional)
100 gramos de chispas de chocolate blanco (o chocolate troceado)
Cómo preparar paso a paso galletas Red Velvet
Pon en el cuenco de la amasadora el azúcar blanco, el azúcar moreno y la mantequilla a temperatura ambiente. Bate hasta que la masa se ponga pálida. Agrega el huevo y la vainilla y mezcla hasta integrar. Añade la mitad de la harina, el bicarbonato, la sal, tamizados. Echa el buttermilk y bate. Incorpora la otra mitad de la harina y el cacao en polvo, tamizados. Bate lo justo para integrar. Echa el colorante y bate para homogeneizar.
Precalienta el horno a 180°C con calor arriba y abajo sin aire. Haz porciones de masa y coloca en una bandeja (pueden estar bastante juntas). Guarda en la nevera durante, al menos, 1 hora o de un día para otro. Parte el chocolate o prepara las chispas. Coloca las porciones de masa bien separadas en una bandeja de horno cubierta con papel vegetal o tapete de silicona. Aplasta un poco las bolas con la palma de la mano. Pon el chocolate por encima. Hornea durante 10-11 minutos. Aunque al sacarlas parezca que están blandas, ten en cuenta que, al enfriar, endurecen.
→ Asegúrate de que todos los ingredientes están a temperatura ambiente antes de empezar a preparar la masa, especialmente a mantequilla y el huevo.
→ ¿Qué harina uso? Escoge harina blanca 'normal', que suele tener un 10% de proteína. Ni de repostería ni de fuerza.
→ ¿Por qué se mezclan azúcar blanco y azúcar moreno? Cada uno aporta unas propiedades a la receta. Si usas solo azúcar blanco, quedará una galleta más crujiente; si usas solo azúcar moreno/panela, quedará muy abizcochada y con sabor más caramelizado. Lo ideal es mezclarlos. Cuidado con el azúcar moreno, el 'bueno' es húmedo y tiene un olor característico. Ese es el que nos interesa.
→ Puedes sustituir el buttermilk por leche con unas gotas de zumo de limón. Prepáralo cuando empieces a hacer la receta, para que la leche vaya espesando y tenga la textura adecuada. No te asustes cuando veas que tiene grumos, eso es lo que buscamos.
→ Debes usar cacao puro en polvo desgrasado. No sirven los cacaos solubles, ni los colacaos. Lo puedes encontrar en casi cualquier supermercado. Aunque hay marcas profesionales, Valor vende el suyo en supermercados.
→ ¿La sal es imprescindible? Es recomendable, porque ayuda a intensificar los sabores dulces y a lograr la textura ideal.
→ ¿Por qué se deja reposar la masa? Porque mejora mucho su sabor y textura. Esta receta apenas lleva ingredientes líquidos, tan solo el huevo y el buttermilk aportan su humedad, pero son densos y tardan en ser absorbidos.
→ Si usas una cuchara de hacer bolas de helado, conseguirás porciones similares. Verás que son galletas grandes, el tamaño ideal para que tengan la textura adecuada.
→ ¿Se pueden hacer más pequeñas? Sí, pero no tendrán la textura ideal. Con este tamaño quedan crujientes por los bordes y tiernas por el centro. Hay que hornearlas el tiempo justo para que no queden crudas por el centro, ni duras y secas.
→ ¿No tienes aro del tamaño adecuado? Puedes usar una lata redonda, quitando con un abrelatas las partes superior e inferior, como hice yo.
→ Si te gustan estas galletas Red Velvet, no dejes de probar la tarta Red Velvet, los cupcakes Red Velvet, las cookies de chocolate estilo americano o las cookies de chocolate blanco y arándanos.
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