Las patatas con costillas adobadas son un guiso tradicional de la cocina castellana. Su sabor potente y sabroso, y su caldo con cuerpo lo hacen ideal para entonar el cuerpo durante los meses más fríos del año. Lo más importante es que el adobo de las costillas esté bien proporcionado, pues será lo que dé gran parte del sabor al plato.
Este estofado de patatas con costillas es un plato contundente pero saludable, gracias a la presencia de hortalizas y a que está hecho con carne magra, sin apenas grasa. Además, las costillas son un corte de cerdo bastante económico, que viene muy bien para los guisos porque los huesos enriquecen el sabor del plato.
Por cierto, la mayor parte de este plato de cuchara se puede dejar preparado con antelación, incluso duplicar las cantidades para congelar la mitad. Eso sí, siempre antes de añadir las patatas que, en ningún caso pueden congelarse una vez guisadas, y que solo se conservan bien en la nevera -máximo 1-2 días- si están completamente cubiertas de caldo.
¿Te animas a probar esta receta de patatas con costillas adobadas?
Receta de patatas con costillas adobadas
Ingredientes (para 4-5 personas):-Para adobar las costillas:
500 gramos de costillas carnosas de cerdo
1/2 cucharada de ajo en polvo
1/2 cucharada de orégano
1/2 cucharada de pimentón dulce (puedes poner una parte picante)
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal
-Para el guiso
Las costillas adobadas1-2 dientes de ajo
1/2 cebolla
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
4 cucharadas de tomate natural triturado*
125 ml de vino tinto
2 hojas de laurel
3 patatas medianas (unos 800 gramos)
250 ml de agua
Aceite de oliva
Sal
Pimienta negra molida
*O un tomate de pera maduro rallado
Cómo preparar paso a paso patatas con costillas adobadas
En primer lugar, adoba las costillas. Para ello, seca bien con papel de cocina, retira las partes con exceso de grasa y coloca en un recipiente. Echa las especias y embadurna bien. Añade el aceite de oliva y vuelve a embadurnar. Tapa y deja macerando al menos 2 horas. Lo ideal es hacerlo con 12 horas de antelación. Para hacer el guiso, marca las costillas adobadas en una olla rápida sin tapar a fuego medio-alto. Saca y reserva.
Mientras se marcan las costillas, pica la cebolla y los pimientos. Cuando la olla esté vacía, baja el fuego y echa un chorrito de aceite, junto al ajo y la cebolla. Rehoga a fuego lento. Añade los pimientos y rehoga también. Incorpora el tomate, sofríe y vuelve a echar las costillas y su jugo a la olla, junto al vino. Sube el fuego y deja que cueza a fuego medio-alto para que evapore el alcohol. Añade el agua (la carne debe quedar cubierta) y el laurel, y cierra la olla. Cuando coja presión, cocina durante 15 minutos a fuego lento.
Pela las patatas y chasca (hunde el cuchillo y haz palanca para arrancar los trozos). Cuando hayan pasado los 15 minutos de cocción, espera a que la olla pierda presión y abre con cuidado. Añade las patatas, cierra de nuevo la olla y programa 5 minutos desde que coja presión. Pasado ese tiempo, deja que la olla pierda presión de nuevo y vuelve a abrir con cuidado. Comprueba que la carne esté tierna y las patatas casi listas. Ajusta de sal y, si te gusta, pon un poco de pimienta negra molida. Agita la olla haciendo círculos, para que la patata espese el caldo y deja cocer a fuego lento, destapado 5 minutos más, agitando la olla de nuevo al acabar.
Sirve caliente con un buen pan.
Trucos y consejos para cocinar unas patatas con costillas adobadas perfectas
→ ¿Por qué añado agua en vez de caldo de carne? Porque con el adobo y el sofrito el guiso tendrá suficiente sabor y, además, no lo enmascaro con el sabor de otro caldo diferente.
→ Si no quieres usar vino, añade más agua. Si lo usas, elige uno del que te puedas beber una copa.
→ La cantidad de líquido es orientativa, lo importante es que las costillas estén cubiertas antes de cerrar la olla para que queden tiernas.
→ ¿Sabes qué es chascar las patatas? Consiste en ayudarse del cuchillo para arrancar trozos ('cascos'), con el objetivo de que no quede un corte limpio, sino irregular. De esta forma, la patata soltará más almidón y esto hará que el caldo 'engorde', es decir, que quede espesito, trabado. Si, aun así, queda demasiado líquido, también puedes triturar un par de trozos de patata, añadirlos y mezclar.
→ Si hacer el guiso en una cacerola en vez de en olla rápida, calcula unos 30 minutos de cocción de las costillas y unos 20 más una vez añadida la patata.
→ Aunque yo lo sirvo tal cual en los platos, a mí me gusta quitar los huesos a las costillas, trocear la carne y aplastarme las patatas con un tenedor.
→ Si quieres prepararlo con antelación, puedes hacer todo hasta antes de añadir las patatas a la olla. Una vez frío el guiso, lo guardas en un recipiente hermético en la nevera. Cuando vayáis a comerlo, calientas el guiso, añades las patatas chascadas y sigues el proceso tal como describo paso a paso. Incluso, puedes hacer más cantidad y, antes de añadir las patatas, congelar una parte.
→ Si te sobra, puedes guardarlo 1-2 días en la nevera, siempre con las patatas completamente cubiertas de caldo para que mantengan su textura suave o, como se suele decir, para que no se pongan 'zapateras'. Las patatas guisadas no se pueden congelar en ningún caso.
→ Si te gustan las recetas con costillas, tienes que probar los tacos de costilla ibérica (con un cocinado de las costillas siguiendo una receta espectacular de Dabiz Muñoz, chef del restaurante Diverxo) o las costillas asadas con salsa barbacoa.
→ Si buscas otros platos de cuchara, no te pierdas las patatas a la riojana, las patatas guisadas con pavo o la ternera con verduras y ras el hanout.
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