¿Conoces las flores fritas o flores de sartén? Se trata de una receta típica de La Mancha, también conocida como flores manchegas, un dulce tradicional de mi tierra que se prepara en Carnaval y Semana Santa, aunque en muchos lugares se toman también el resto del año, con motivo, por ejemplo, de las fiestas patronales.


Estas flores de sartén se cocinan a partir de una masa líquida que adquiere su forma característica gracias a un molde de hierro con un mango, que se impregna en la masa y se mete a freír. El resultado es una masa frita que queda muy fina y crujiente y se reboza en azúcar. Si quieres dar un toque original, puedes preparar unas flores fritas rellenas de chocolate.


Esta receta de flores manchegas se enmarca en el grupo de frutas de sartén, un nombre curioso que hace referencia a un conjunto de dulces fritos, como los buñuelos, las rosquillas, las hojuelas, los pestiños, los churros o las torrijas.


¿Te animas a recuperar los sabores tradicionales con esta receta de flores fritas?

Receta de flores fritas o flores manchegas

Ingredientes (para unas 15-18 flores):
2 huevos
250 ml de leche
25 ml de vino blanco (o dos 'cascarones' de huevo, que es la medida original que me dieron)
Una pizca de sal
Ralladura de un limón o media naranja
200 gramos de harina
Medio litro de aceite de girasol
Azúcar para rebozar

Cómo cocinar paso a paso flores fritas o flores manchegas

Pon en el cuenco de la amasadora los huevos, bate un poco y añade la leche, el vino, la sal y la ralladura. Mezcla bien. Añade poco a poco la harina sin dejar de batir. Deja reposar unos 20-30 minutos a temperatura ambiente.


Pasa la mezcla a un recipiente estrecho (un poquito más grande que la flor de metal) y remueve con una cuchara. Elige un cazo pequeño, en el que quepa el molde de hierro para hacer las flores. Echa aceite hasta que suba unos 6-7 centímetros (tiene que cubrir el molde completo). Pon a calentar el aceite a temperatura alta, con el molde de hierro dentro. Cuando esté bien caliente, mete el molde en el recipiente dejando sin manchar 1-2 cm en la parte superior (es muy importante o la flor no se podrá soltar y se romperá) y sumerge en el aceite inmediatamente.


Espera unos segundos y sacude ligeramente el molde para que la flor se suelte. Si no se despega, ayúdate con un tenedor. Cuando esté dorada, da la vuelta, espera a que se dore también y saca a una bandeja con papel absorbente. Reboza en azúcar.


En este vídeo puedes ver cómo se fríen las flores manchegas.

Trucos y consejos para cocinar unas flores fritas o flores manchegas perfectas

→ Lo más importante es calentar bien el molde de hierro en el aceite, para que la masa quede adherida. Cuando saques una flor, vuelve a poner el molde en el aceite durante 30-40 segundos y luego mete de nuevo en la masa. Es fundamental que lo calientes cada vez.

→ El aceite debe estar bien caliente para que la flor quede crujiente.

→ Muchas recetas de repostería se fríen en aceite de girasol porque no aporta sabor y se mantiene limpio durante más tiempo. Por supuesto, se pueden freír en aceite de oliva de sabor suave, mejor si es virgen extra (soporta mejor el calor).

→ Si te gusta la canela, puedes mezclar un poco con el azúcar antes de rebozar las flores.

→ Antes de empezar a freír las flores, prepara el cazo con el aceite, otro recipiente para apoyar el molde entre flor y flor (yo uso otro cazo), el cuenco con la masa, la bandeja con papel absorbente y el azucarero para ir rebozando cada flor. Organízate bien.

→ El molde de hierro puedes encontrarlo en ferreterías, cuesta unos 5€. Los hay con el mango recto y con él torcido. Parecen más cómodos los segundos, porque no hay que levantar tanto el brazo, pero yo calculo peor. Tampoco hay mucha diferencia, así que puedes comprar cualquiera. Eso sí, fíjate en que el molde esté bien rematado y las cuatro partes sean simétricas.


Con esta receta de flores manchegas quiero hacer mi particular homenaje en el Día de la Región a mi tierra, Castilla-La Mancha. Precisamente hoy, 31 de mayo, nace #CLMgastro, un proyecto en el que participamos numerosos blogueros de cocina vinculados a esta región, con el objetivo de dar a conocer nuestra gastronomía y productos típicos.

Si quieres ver las propuestas del resto de participantes, puedes echar un vistazo al recetario que hemos editado, que incluye platos típicos de la gastronomía castellano-manchega como las gachas, el tiznao, los duelos y quebrantos o platos de caza. Entre los postres, además de estas flores, podrás aprender a preparar diversas tortas o bollos enaceitados. Delicias de ayer y hoy que no queremos que se pierdan.


Gracias a todos los blogueros que se han unido a esta locura y, por supuesto, a los que han compartido conmigo el trabajo para ponerlo en marcha desde aquel frío recorrido por los azafranales manchegos: Paco (Doctor Muerte), Mamen (Flow Cooking) y Graci (Pinchos y canapés).

Ah, y si tú también tienes un blog y estás vinculado a Castilla-La Mancha, ¡no dudes en unirte a CLMgastro!